Ah Kin Chel

Ah Kin Chel  La provincia de Ah Kin Chel (en maya Ah Kin Ch’el ) fue denominada así por el líder de un grupo de jefes militares que establecieron un gobierno territorial en esta área después de la caída de Mayapán, aproximadamente a mediados del siglo XV. Ah kin (sacerdote) era su título y Ch’el (pájaro azul) su patronímico o nombre de linaje.

El límite occidental de la provincia se describe en la provincia de Cehpech, y su límite sur se afirma por descripciones nativas de la provincia de Sotuta. Estas consideraciones sugieren que el ángulo sureste de Ah Kin Chel estaba cerca de Timak, aproximadamente a 4 km hacia el noreste de lo que ahora es Libre Unión en la carretera de Chichén Itzá. De aquí, el límite oriental de Ah Kin Chel se extendía en dirección al Norte, indudablemente al oeste del sitio de Tunkás, y aparentemente a un punto cercano a la vía del ferrocarril actual, no lejos del noroeste de la hacienda Pop. Se puede suponer que la línea que dobla al Noreste incluía las tierras de Dzoncauich y continuaba hasta el límite del actual municipio de Buctzotz, probablemente cerca de Xnoria al noreste de Tixbaca. Desde aquí el límite oriental de Ah Kin Chel ha sido delineado en el mapa conforme al consejo de las autoridades municipales de Buctzotz, Dzilam González y Dzilam Bravo en la costa norte. Es la línea que separa todavía sus tierras de las de Sucilá, Panabá, y San Felipe al Este, que estaban en las antiguas provincias de Cupul y Chikinchel; hay razón para creer que esta división era muy antigua, porque no hay evidencia de poblaciones interpuestas, ranchos ganaderos importantes o haciendas en el período colonial que hubieran alterado las condiciones generales o propiedad de la tierra.

En apariencia el paisaje de la mayor parte de la provincia se parece al de Cehpech. En la región este, Buctzotz fue notable en el siglo XVI por su producción de maderas y vigas de cedro, y la gente de allí todavía reporta sitios de bosque alto en las proximidades de Dzonotlu, Nohyaxché y Santa Elena. En la costa norte la recolección de sal era una industria muy importante. En 1605 había cinco lechos productivos que se extendían desde lo que el informe llama el puerto para Sinanché, un punto a una legua al Este hacia el puerto para Dzidzantún. El primero no ha sido identificado, pero el último es probablemente la moderna Santa Clara.

En esta época la producción anual de la provincia era de 10,600 fanegas. Sin embargo, de acuerdo a la lista de impuestos de 1549 solamente las poblaciones de Sinanché, Yobaín y Temax pagaron un tributo de sal. La pesca también era importante. Landa nos dice que «el Chel, que vivía en la costa no le daría pescado ni sal al Cocom haciendo que fuera a gran distancia para conseguirlo». Solamente a Dzidzantún y Dzilam, sin embargo, le fueron tasados un tributo de pescado en 1549. Izamal era la ciudad principal de la provincia antes de la caída de Mayapán, aproximadamente a mediados del siglo XV. En épocas clásicas tempranas debió haber sido el centro religioso más grande en el norte de Yucatán. Allí se hacían grandes ofrendas y se traían regalos y se realizaban peregrinaciones de todas partes. Por esto se habían construido cuatro carreteras o caminos empedrados, a los cuatro vientos, …de los cuales fragmentos y rastros son todavía vistos hoy en muchos lugares. Un camino pavimentado ha sido encontrado extendiéndose en dirección al oeste de Izamal a las importantes ruinas de Aké. La legendaria historia de la provincia comienza con un relato que es repetido en varios reportes escritos en 1581: «Los habitantes de la mencionada ciudad fueron conquistados por Kak-u-Pacal y Uilo (¿Bilhuh?), valerosos capitanes de los Ah Itzá, quienes fundaron Mayapán más tarde. Los primeros habitantes fueron Kinich-Kabul, Kinich-Kakmó, Cit-Ah-Cutz, Cit-Ah-Coyí, quienes descienden de los Xol, Mo y Coyí, indios de esta provincia, llamados con estos apellidos». Cit es un término reverencial para «padre» y, como Tozzer señala, estos primeros habitantes así llamados pueden ser considerados dioses fundadores y tal vez eran ancestros de linaje divinizados. En los reportes de 1581 la mención de la Conquista por Kak-u-Pacal y Uilo es anterior al del asentamiento de Izamal por Kinich-Kakmó, lo cual implicaría la ocupación previa del sitio durante el período de denominación extranjera o la hegemonía tolteca en Chichén Itzá. En dado caso, los descendientes de Kinich-Kakmó y sus aliados estaban todavía viviendo en la región en la época de la Conquista española.

Durante el siguiente período Kinich-Kakmó fue divinizado e Izamal es recordado como un gran centro de peregrinaje, donde la gente venía para ser curada de sus enfermedades. Poco antes de la caída de Mayapán, de acuerdo a los libros del Chilam Balam, Izamal ya estaba en decadencia y cuando los españoles llegaron, encontraron sólo un pueblo sin importancia en el sitio. Durante los últimos días vivía en Mayapán un joven noble llamado Mo Ch’el (probablemente Namo Ch’el) que era discípulo y yerno de un sacerdote importante llamado Ah Xupan, muy probable el Ah Xupan Nauat cuya profecía se preserva todavía. Llegó a ser sacerdote y fue llamado Ah Kin «Sacerdote» Chel. Poco después que la capital fue destruida, reunió a un grupo de seguidores y marchó al Norte, estableciendo un gobierno territorial en lo que llegó a ser la provincia de Ah Kin Chel. Por extraño que parezca, en vez de hacer de Izamal la capital, se estableció en Tecoh, aproximadamente 8 km al Este; y parece que Izamal permaneció como una población pequeña hasta que los franciscanos construyeron ahí un convento.

Mo Chel se estableció en la costa norte al principio. Tal vez le atrajo la perspectiva de regalías de sal, que parece haber sido el artículo principal del antiguo gobierno de Mayapán en Caucel. Sin embargo, tuvo éxito en establecerse en Tecoh, donde reclutó seguidores. Después se fue a la provincia de Cupul, donde mucha gente se le unió; pero regresó a Tecoh, y aquí los españoles encontraron a sus descendientes en el poder. Considerando el antiguo prestigio de Izamal y la ventaja económica creciente desde que era un centro de peregrinaje, esta pausa en el pasado es interesante. Si, como parecería, él era un usurpador extranjero, desde que el nombre Chel no aparece entre los antiguos habitantes notables había sido una buena razón para la ruptura con la jerarquía anterior. En 1532-1533 Montejo, el hijo, descubrió que Tecoh era el asentamiento más grande en la provincia de Ah Kin Chel.

Aquí el gobernante, aparentemente el Halach Uinic, era llamado Namux Chel. Su nombre original pudo haber sido Na-mo-x Ch’el, el cual podría ser como el de su famoso antepasado. Era aparentemente el Namox Chel mencionado en las Crónicas Pech como el gobernante de Dzidzantún. Los conquistadores españoles notaron que los pobladores de Ah-Kin Chel eran más dóciles que los de otras muchas regiones, porque ellos, «debido a su carácter sacerdotal, que hasta ahora tienen, no son tan altivos como los otros». En la época de la Conquista española Ah Kin Chel estaba en guerra con las vecinas provincias de Cehpech y Cupul y tenían relaciones hostiles con Sotuta. Las relaciones parecían haber sido mejores con Hocabá, porque, en las primeras épocas coloniales el cacique de Cansahcab envió un regalo de seis jovencitas al cacique de Huhí para ser sacrificadas. Sabemos poco de la distribución general de los patronímicos mayas en Ah Kin Chel, porque las matrículas del siglo XVII para esta provincia dan solamente resúmenes de la población y no los nombres de los contribuyentes. En la lista de impuestos de 1549 podemos identificar la mayoría de las encomiendas de Ah kin Chel. En éstas encontramos 8,390 tributarios o 37,755 habitantes, una cifra que seguramente puede ser considerada una población mínima para la provincia en la época en que la lista de impuestos fue recopilada. Además de éstos, hay dos encomiendas en el grupo que no han podido ser identificadas: Cancho con 340 tributarios y Papacal con 680. Los principales pueblos agrupados en esta provincia fueron: Sinanché, Yobaín, Cansahcab, Dzidzantún, Dzilam González, Buctzotz, Temax, Achtunich, Tekantó, Tepakán, Tixkochoh, Teya, Tekal, Kimbilá, Citilcum, Izamal, Pixilá, Chalamté, Dzudzal, Uitzil, Xanabá y Kantunil.