Aeropuertos

Aeropuertos  (Mérida) Al irse desarrollando la aviación en Yucatán se impuso la necesidad de encontrar lugares adecuados para los despegues y aterrizajes. En las afueras de Mérida se construyeron pistas rudimentarias que, al paso de los años, se fueron convirtiendo en instalaciones ya mejor dotadas para el manejo del tránsito aéreo. En los principios de la aviación, era bueno cualquier descampado o trecho de playa. A veces, hasta una calle podía ser utilizada. Cuando en 1911 Francisco Montalvo Castro realizó sus audaces prácticas de vuelo con un planeador de su invención, piloteado por Gustavo Castaldi Beltrán, usó como pista un terreno ubicado en lo que se consideraba entonces la periferia de Mérida y que coincide con el que hoy es un tramo de la avenida Colón, entre la calle 62 y la avenida Reforma. Los vuelos de Dyott, en 1912, y algunos otros posteriores utilizaron la playa de Progreso y con motivo del vuelo que efectuaría sobre Mérida el capitán Jorge Pufflea con un avión Bleriot, en abril de 1915, se ordenó al coronel Meza, de las tropas del general Salvador Alvarado, recién llegado a Mérida, que con soldados del Batallón Serapio Rendón acondicionara el campo de béisbol de El Fénix, al noreste de la ciudad. Este terreno se utilizó largo tiempo, pero no ofrecía la posibilidad de efectuar ampliaciones, ni de construir una segunda pista de despegue y aterrizaje con distinta orientación, por no disponerse de espacios adyacentes. De cualquier modo, en 1928, a iniciativa del coronel Alejo G. Meneses, jefe de la guarnición de la plaza y con la cooperación de patrocinadores civiles y militares, se efectuaron en El Fénix trabajos de terraplén, mejora que el 15 de septiembre de ese año fue inaugurada por el gobernador interino, Diego Hernández Fajardo, quien suplía temporalmente al gobernador constitucional, Álvaro Torre Díaz. La Compañía Mexicana de Aviación, poco después, usó ese campo para algún vuelo de prueba. Y en 1937 la empresa Transportes Aéreos de Chiapas construyó allí mismo un hangar de mampostería y lámina.

Desde que en 1928 empezaron a llegar a Mérida los aviones Fairchild de la CMA, se hizo evidente la urgencia de contar con un verdadero campo aéreo. José R. Juanes Domínguez, por entonces representante local de la empresa aeronáutica, sugirió que se podían utilizar unos terrenos al sur de la ciudad, a un lado de la carretera a Umán, que eran propiedad de José Patrón Cervera, quien aceptó cederlos. Los trabajos comenzaron de inmediato. Fueron aplanadas y apisonadas las extensiones necesarias y se sembró en ellas zacate corto. Esa fue la primera pista del que hoy, con sucesivas transformaciones, es el Aeropuerto Internacional Manuel Crescencio Rejón y quedó inaugurada al recibir el primer vuelo, un trimotor Ford, a las 14:50 horas del 15 de febrero de 1929. No existía ningún tipo de instalaciones. Para la iluminación de las pistas, en caso de necesidad, se contaba sólo con lámparas de gas y mecha. Y en la parte posterior de la camioneta que servía para transportar el correo se colocaba la máquina de escribir para preparar la documentación de los vuelos.

En 1929 se armó un hangar metálico, construido en los Estados Unidos de América, para instalar las oficinas de pasaje, express y radio, así como un departamento especial para la planta eléctrica. El 19 de octubre de 1933 se iniciaron las obras del primer edificio del aeropuerto, de estilo colonial, según planos del Ing. de la Barra y Valdez y con un costo de 100,000 pesos. La empresa contratista fue Construcciones Modernas de Francisco Rubio Ibarra. Estuvieron presentes en la inauguración, el 15 de abril de 1934, el presidente municipal de Mérida, Enrique Cantillo Montes de Oca; el presidente del Consejo de Administración y el gerente de tráfico de la CMA, Gustavo Espinosa Mireles y Roberto Becerra Soto, respectivamente, y V. E. Chenea, gerente de tráfico de la Pan American World Airways en Nueva York. Era un bello edificio: la mejor estación del sistema, según declararon los directivos de la empresa. Tenía dos pisos, el departamento de radio estaba en la parte alta, y todos los mosaicos utilizados tenían dibujos de aviones.

A partir de entonces, el Aeropuerto de Mérida ha sido escenario del incesante desarrollo de la aviación. En 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno estadounidense creó el Airport Development Program (ADP) (Programa para Desarrollo de Aeropuertos) y, de acuerdo con el gobierno mexicano, se decidió construir aeropuertos tácticos en Mérida, Chetumal y Cozumel y una base aérea en Ixtepec, Oaxaca. En las obras del nuevo Aeropuerto de Mérida participaron los siguientes profesionales y técnicos: E. C. Perry, de los EUA, supervisor; Rumy Ricker; Vicente Alcaraz, jefe de ingenieros de ADP; Fernando Enseñat, a cargo de las instalaciones eléctricas; Ignacio Symansky, almacenista general; Humberto Alcocer Bautista, jefe de oficina y Pedro M. Cicero, dibujante de ingeniería. Los trabajos fueron realizados por la Compañía Constructora Azteca, bajo la jefatura de Carlos Castillo. Las pistas comenzaron a utilizarse, en parte, el 23 de octubre de 1943, y el 8 de julio de ese mismo año, el de Mérida fue declarado Aeropuerto Internacional. En marzo de 1944 se inauguró el restaurante-bar, conocido como Aerobar. El 15 de diciembre de 1950 llegaron los primeros DC-6. Al avanzar los años 60, ya en plena era de los jets, el aeropuerto comenzó a resultar del todo insuficiente. Y el 11 de noviembre de 1970 se inauguró el nuevo Aeropuerto Internacional, al que se puso el nombre ilustre de Manuel Crescencio Rejón en homenaje a la memoria del gran jurista yucateco, padre del juicio de amparo. Es uno de los más funcionales del país. Lo construyó con recursos federales la Secretaría de Obras Públicas en la misma área, ampliada, que ocupaba el anterior y está ubicado en latitud 20-56, longitud 89-39 y 9 metros 90’ de altura sobre el nivel del mar. El nuevo edificio, en forma de U, consta de dos pisos, en el segundo de los cuales se instalaron las oficinas de Migración y Sanidad. El aeropuerto cuenta actualmente con dos pistas: la 1028 con una extensión de 2,700 m y la 1,735 con extensión de 2,300 m. Se utilizan seis frecuencias radiales, a cargo de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM).

Ante la necesidad de hacer más eficientes las operaciones aeronáuticas, ofreciendo un mayor grado de seguridad, se creó, el 3 de octubre de 1978, un organismo desconcentrado, dependiente de la Subsecretaría de Comunicaciones y Desarrollo Tecnológico de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), denominado: Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM). Sus cinco funciones prioritarias, son: prestación de los Servicios de Control de Tránsito Aéreo; Meteorología Aeronáutica; Telecomunicaciones Aeronáuticas; Radioayudas a la Navegación Aérea y Despacho e Información de Vuelos.

Servicios de Control de Tránsito Aéreo: permiten agilizar y garantizar el movimiento seguro y ordenado de aeronaves en el espacio aéreo mexicano, por medio del centro de control de área y la torre de control del aeropuerto, utilizando las frecuencias radiales VHF (very high frequency) (muy alta frecuencia). El centro de control utiliza en Mérida unas siete frecuencias radiales: 125.8, 128.2 y 128.5, para el control de área; 121.2, para el control de aproximación al aeropuerto; 118.3, para la torre de control; 121.5, para la frecuencia internacional de auxilio; y la 126.9, para la radio internacional. Además, tiene otras 12 frecuencias radiales HF (high frequency) (alta frecuencia), agrupadas bajo el nombre de Radio Mérida Internacional.

Meteorología Aeronáutica: permite proporcionar a pilotos, líneas aéreas, aeronaves oficiales y de aviación general, privada, informes meteorológicos, es decir, pronósticos de tiempo y las condiciones climáticas existentes en los aeródromos. Por medio de este servicio se preparan los informes de horarios y se apoya la labor del Centro de Análisis y Pronósticos, en la Ciudad de México, sitio en el que se concentra la información meteorológica proveniente del extranjero (vía Washington, microondas) y de todas las estaciones que SENEAM tiene instaladas en el país. En Mérida funciona el Centro de Control de la Región Sureste, que comprende la supervisión de 12 aeropuertos: Minatitlán (MTT); Ixtepec (IZT); Tuxtla Gutiérrez (TGZ); Villahermosa (VSA); Tapachula (TAP); Ciudad del Carmen (CME); Campeche (CPE); Chetumal (CTM); Cozumel (CZM); Cancún (CUN); Isla Mujeres; y Mérida (MID). La Dirección General de Aeronáutica Civil, dependiente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), es la máxima autoridad normativa de todo el subsector aéreo nacional.

Telecomunicaciones Aeronáuticas: tiene por objeto garantizar la comunicación necesaria para el adecuado funcionamiento de la navegación aérea en el territorio nacional, constituyendo un enlace, indispensable, para la realización eficiente de las operaciones aeronáuticas. Se apoya en sistemas telegráficos inalámbricos, radio y microondas, comunicaciones aire-tierra y de punto a punto.

Radioayudas a la Navegación Aérea: presta apoyo al personal de vuelo a lo largo de la vía seleccionada, conforme a su plan de vuelo. Para ello, cuenta con radiofaros NDB y VOR que indican al piloto la dirección en que va volando con respecto a estas instalaciones. La región sureste del país tiene 12 VOR’S (radiofaros omnidireccionales de baja frecuencia); 4 sistemas de aterrizaje por instrumentos; 12 equipos medidores de distancia; y los radares de Mérida y Cancún.

Despacho e Información de Vuelos: proporciona asesoría para la elaboración de los planes de vuelo, información meteorológica, reportes de aerovía, pronósticos y cartas de altura; y procedimientos de emergencia, búsqueda y salvamento. A través de este servicio se asiste al piloto en la elaboración de su plan de vuelo y el seguimiento del mismo hasta el destino final. El aeropuerto internacional de la ciudad de Mérida tiene diariamente un movimiento promedio de 69 vuelos, de los cuales 29 son de carácter comercial y 40 de aviación general (privada). Desde el 1 de mayo de 1979, el gerente regional sureste de SENEAM, con sede en Mérida, es el controlador de tránsito aéreo, Óscar Amable Martínez del Cerro.

Radar: la historia del radar en Mérida comenzó a escribirse el 5 de noviembre de 1976, cuando Édgar Acuña, jefe de los Servicios de Tránsito Aéreo de Radio Aeronáutica de México, informó que los trabajos para la instalación correspondiente se efectuarían al siguiente año. Los equipos, en 54 cajas de madera, llegaron al aeropuerto el 15 de agosto de 1977 transportados por 21 camiones de la empresa Rogerio Chalé, siendo los franceses Hervé Raymond y George Mahmourias los contratados para instalarlos, y el 3 de agosto de 1978 el subsecretario de Comunicaciones, Miguel Ángel Barberena, los inauguró cuando se encontraban en el período llamado de verificación. La inversión en esa etapa fue de 86,000,000 pesos. Los trabajos de certificación del sistema de radar de ruta primario y secundario, con información alfanumérica del centro de control, comenzaron el 3 de diciembre de 1978 y terminaron el 23 de febrero de 1979. El equipo de radar primario, ASR, tiene alcance de 190 millas y cobertura vertical de 35,000 pies, modelos ER721 y RR701 L; y el radar secundario SSR, modelo RS770, marca Thomson, posee alcance de detección de 200 millas y cobertura vertical de 45,000 pies.

Servicios de Rampa: Aeropuertos y Servicios Auxiliares comenzó a prestar servicios de carga y descarga de express y equipaje, limpieza de aviones, aguas negras, etcétera, el 10 de enero de 1981, y el primer avión atendido fue uno de Continental Airlines que inauguraba su ruta esa fecha. Los equipos mecánicos utilizados son de fabricación nacional o ensamblados en los talleres de ASA en la Ciudad de México.

Cuerpo de Rescate y Extinción de Incendios (CREI): opera desde la inauguración del nuevo AeropuertoInternacional. Cuenta en la actualidad con 26 elementos (bomberos) permanentes y su instructor es el comandante Roger Barroso Cicero, jefe de seguridad del puerto aéreo e instructor nacional de bomberos aeroportuarios. El comandante general de la base del CREI es Sterling Alberto Gamboa, desde 1981, y hay también un comandante para cada uno de los tres turnos, que son Luis Valle González, Gabriel Cabrera Mileo y Maximino Aguirre Medina; antes desempeñaron la comandancia de la base Antonio Uicab Pérez y Wilberth Carrillo Gómez. La infraestructura del CREI incluye una cisterna con capacidad para 10,000 litros de agua común, que sirve para abastecer a las máquinas; una unidad móvil E-77 Oskhosh y una John Beam, ambas para extinción de incendios; una unidad de rescate para desplazamiento rápido; una ambulancia, dotada con oxígeno y equipo resucitador; una barredora para la limpieza de la plataforma y las pistas, el suministro de uniformes especiales y de implementos diversos, etcétera.

Movimiento: en 1990, el Aeropuerto de Mérida registró un movimiento de 720,000 pasajeros nacionales y extranjeros y en 1991 esa cifra se elevó a 970,000. El promedio de llegadas y salidas de vuelos es de 29 al día.

Modificaciones: el aeropuerto (marzo de 1992) tuvo sustanciales modificaciones en lo concerniente a la disposición de las áreas de trabajo y de atención al público. Un reacondicionamiento general permite ahora que los mostradores para atender a los pasajeros ofrezcan mejor servicio. Del lado derecho, entrando por la puerta central, única ahora, se ubican los espacios destinados, en este orden, a Aerocaribe, Compañía Mexicana de Aviación, Continental Airlines, Aviacsa y Aeroméxico. Enfrente, funcionan nueve establecimientos comerciales dedicados a la venta de artesanías, ropa típica, discos, productos de miel, licores, refrescos, diarios y revistas, guías turísticas, helados, etcétera. En el extremo colindante con la sala general de espera hay también una caseta de snack-bar, una oficina de telégrafos y una de correos. Del lado izquierdo, se encuentran las oficinas de Información Turística del estado y los mostradores de Aviateca, Bonanza, Taesa y Saro. Enfrente, cinco mostradores de hoteles; cinco para renta de vehículos y cuatro agencias de viajes, incluida la amplia oficina de Mayaland Tours. Al monumento en bronce de Manuel Crescencio Rejón se le agregó una base de piedra blanca con el escudo de la ciudad. El aeropuerto cuenta también con el espacio necesario para sus oficinas administrativas, el departamento de los agentes de seguridad interna, servicios sanitarios, casa de cambio y un cómodo restaurante para cien comensales, todo ello en la planta baja. En la alta están una sala de prensa, una sala especial de espera y las oficinas de Aduana, migración y sanidad. Desde el 3 de abril funciona en el aeropuerto el nuevo salón Aeropremier FBO, que presta atención a vuelos ejecutivos y que cuenta con servicios para vuelos privados, sala de juntas, hangares, sanitarios, bar, fax, teléfono y sistema de cómputo. Otros campos aéreos: el de El Fénix, ya mencionado, siguió funcionando durante muchos años y fue el que utilizó la Compañía Aeronáutica Francisco Sarabia para sus líneas a distintos puntos de la Península, principalmente las ciudades de Carrillo Puerto, Cozumel y Chetumal, en Quintana Roo. En 1952, Transportes Aéreos Mexicanos (TAMSA) construyó para su servicio un hangar y oficinas a un lado de la pista 1028 del Aeropuerto Internacional, al final de la calle 60 sur, sitio que actualmente se utiliza como base aérea militar. Entre 1942 y 1945, la Escuela particular de aviación Maximino Ávila Camacho-Aeromayab, de Guillermo Taboada, utilizó una pequeña pista de 300 m localizada sobre la actual calle 27 de la colonia México.