Álvarez Acosta, Miguel

Álvarez Acosta, Miguel  (n. 1907) Maestro, abogado, escritor y funcionario público. Nació en San Luis Potosí, entidad de la que en 1938 fue gobernador sustituto.

En su carrera de servicio público se desempeñó como presidente del Tribunal Superior de Justicia de su estado natal y, posteriormente, en la Ciudad de México, como magistrado del Tribunal Fiscal de la Federación, director general del Instituto Nacional de Bellas Artes, INBA, director, con el rango de embajador, de la Oficina de Promoción Internacional de Cultura de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y subsecretario de radiodifusión de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas. En el Servicio Exterior representó a nuestro país como cónsul en San Antonio, Texas, y otras ciudades de los Estados Unidos de América. Durante su gestión al frente del INBA, en los años 50, Yucatán recibió por primera vez vigoroso apoyo de esa institución para el desarrollo de las diversas expresiones artísticas. Fue creada una Coordinación Regional; se instituyeron los festivales regionales de teatro como etapa inicial de los Concursos Nacionales; fueron enviados, para el impulso del arte escénico y de las artes plásticas, respectivamente, los maestros Virgilio Mariel y José Gordillo; comisionados por el Instituto, tuvieron a su cargo diversas labores el compositor y director de orquesta Efraín Pérez Cámara, los escultores Rómulo Rozo y Manuel Cachón y Ana María Villamil Castillo, orientadora de dibujo infantil; fueron presentadas en Mérida las dos primeras grandes exposiciones con obras de la plástica mexicana contemporánea; fue creado el Liceo Peninsular de las Letras, bajo la dirección del escritor Leopoldo Peniche Vallado; y se implementaron líneas de cooperación concreta y efectiva entre el Instituto y la Dirección General de Bellas Artes del Estado. Álvarez Acosta es autor del poema Los pozos sagrados (Ediciones de la revista Mexicana de Cultura, 1952), libro dedicado a Yucatán e ilustrado por el maestro Fernando Castro Pacheco. A su abundante y valiosa producción literaria, en verso y en prosa, corresponden también, entre otros, los siguientes títulos: Pausa breve (1945); Xilitla, lugar de caracoles (1950); Muro blanco en roca negra (1953); Amistad y cultura (discursos, 1960); Signos del tiempo y del hombre (recopilación, en dos volúmenes, de artículos, 1965) y La frontera plural (1979), así como textos y poemas en numerosas revistas y publicaciones diarias.