Acevedo Ruiz del Hoyo, Manuel

Acevedo Ruiz del Hoyo, Manuel  (1906-1952) Médico pediatra nacido en Mérida. Fue uno de los fundadores de la especialidad en Yucatán. Después de realizar su bachillerato y la especialidad en ciencias biológicas, y de presentar exámenes con las más altas calificaciones en el Instituto Literario del Estado, ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Sureste en 1925. Al terminar la carrera, en 1930, interesado por los problemas de crecimiento y carencia alimenticia en los niños y por las diversas enfermedades de la infancia, estudia a notables especialistas de medicina y oftalmología infantil. Guiado por Fernando López Rodríguez y Alvar Carrillo Gil elabora la tesis La xeroftalmía en Yucatán, con la que obtiene el título de médico a los 23 años de edad. Estudia esta enfermedad causada por la avitaminosis A. Presenta su etiología, patogenia, sintomatología, anatomía patológica, diagnóstico diferencial, pronóstico y tratamiento. En 1931, a sólo un año de haberse graduado, se desempeña como secretario de la Facultad de Medicina. En el Primer Congreso Médico Peninsular, celebrado en 1933, presenta un trabajo de investigación acerca de la insulina en los estados de desnutrición de la infancia. En 1937 fue nombrado profesor de clínica pediátrica y a su lado se formaron nuevos estudiosos de la especialidad, a quienes alentó y preparó para el ejercicio de ésta. Tuvo siempre una gran facilidad para tratar a los niños. Su idea de fundar un centro para la atención especializada de niños cristalizó en 1939, durante el gobierno de Humberto Canto Echeverría. Se le escogió para planear y proyectar el funcionamiento de un nosocomio de esa naturaleza. Hizo el estudio respectivo y lo presentó al gobernador, quien no aceptó que en los servicios de enfermería se incluyera a un grupo de religiosas. Al no ceder Acevedo, la obra fue encomendada a Francisco Colomé Trujillo.

El Hospital del Niño de Mérida fue el segundo de México en su género. Era una época conflictiva en la política del estado. El 10 de julio de 1940 Canto Echeverría se separó del poder y el nuevo gobernador, Laureano Cardós Ruz, por conducto de Santiago Burgos Brito, secretario general de gobierno encargado de la Jefatura del Ejecutivo, nombró director del Hospital del Niño a Manuel Acevedo. Ese mismo año, empero, Canto Echeverría recuperó el mando y designó nuevo director de la institución a José Lavalle Peniche. Desde entonces Acevedo Ruiz del Hoyo se dedicó en forma permanente al ejercicio de la medicina privada. Nunca dejaba de estar atento a los descubrimientos científicos para agregarlos a la suma de sus conocimientos y de su experiencia. Fue, por ejemplo, el precursor del método de hidratación con el llamado suero de las monjas. La valiosa labor profesional por él realizada dejó profunda huella en Yucatán. Paralelamente al prestigio alcanzado por su sentido clínico de observación y diagnóstico, creció su renombre como maestro. Ocupó importantes cargos asistenciales, académicos y docentes. En 1940 fue nombrado miembro de la Sociedad Mexicana de Pediatría. Elaboró con ese motivo un trabajo titulado Absceso hepático amibiano en el niño. Viajó en varias ocasiones a Cuba y en 1941 fue declarado miembro de la Sociedad Cubana de Pediatría. Relator del Segundo Congreso Médico Peninsular, celebrado en Mérida en 1944. En 1946 participó en el Congreso Pediátrico de Camagüey y ahí hizo sólida amistad con destacados pediatras cubanos, entre otros, Agustín Castellanos y Humberto Faz Tavío. Organizó las Primeras Jornadas Pediátricas, celebradas en Mérida en 1948. Fue miembro fundador de la Sociedad Médico-Quirúrgica y de Ciencias Biológicas del Hospital 20 de Noviembre; socio fundador y primer presidente de la Sociedad de Pediatría de Yucatán; jefe del Servicio de Infancia del Hospital O’Horán y del 20 de Noviembre y miembro fundador y presidente del Círculo de Estudios Médicos. Promovió reuniones científicas y logró en su especialidad triunfos profesionales tanto en México como en el extranjero. Entre sus estudios publicados figuran uno dedicado a un caso de la enfermedad de Hand-Schuller-Christian y otro sobre pseudo difalia y litiasis urinaria infantil. Su interés por la historia y la literatura lo llevaron a traducir ensayos y estudios sobre el poeta francés Paul Claudel, que aparecieron en la sección literaria del Diario de Yucatán. Falleció en Mérida el 20 de octubre a los 46 años de edad, después de larga enfermedad, y a su muerte le fue impuesto su nombre al Hospital del Niño (hoy ya desaparecido) que él había ayudado a crear. Una escuela de puericultura en Mérida lleva su nombre.