Anguila ciega (Ophisternon infernalis) La llamada comúnmente anguila ciega de los cenotes de Yucatán vive en el fondo de las aguas de las cavernas que ocultan en su interior algún cenote. El término de anguila se aplica por lo general a diversos peces de la familia de los anguílidos, caracterizándose por ser de cuerpo largo y cilíndrico. La familia a la que pertenece la anguila ciega se llama Synbranchidae, y está integrada por peces con forma de anguila o anguliformes. La anguila ciega de los cenotes de Yucatán es una especie considerada en peligro de extinción en las listas de especies del país. Habita sólo en los cenotes cerrados, es decir, en las grutas. Como su nombre lo indica, este pez es completamente ciego. Sin embargo, en su cabeza, donde presenta una gran prominencia, tiene numerosos órganos sensoriales muy desarrollados que suplen su sentido de la vista. Estas son características del género Ophisternon al que pertenece, cuyas especies sólo viven en las cavernas del estado. Otra peculiaridad de este grupo es que carece de pigmentos. Sin embargo, aunque esta anguila ciega tampoco está pigmentada, algunos ejemplares sí cuentan con una pigmentación ligera e irregular, sin un patrón definido de distribución en su alargado cuerpo. La parte anterior de la cabeza del Ophisternon infernalis tiene forma de espátula, como un pico de pato.
Alrededor de la gran prominencia que en ella tiene, se abren los poros sensoriales de los que se vale ésta para orientarse en las oscuras aguas de las cavernas donde habita. Sus dientes son muy pequeños y dispuestos en una sola hilera. Por arriba de su cabeza, en la parte dorsal, frente a la prominencia, puede verse la órbita escondida donde deberían estar los ojos. En general, la llamada anguila ciega tiene poros sensoriales en varias partes de la cabeza: delante de la órbita ocular están dos pequeños, y dos más cerca del borde de los labios. Cinco laterales se encuentran del final de la mandíbula hacia arriba, rodeando la prominencia. En la parte baja de la cabeza, la porción ventral, tiene una apertura branquial que consiste en una hendidura extendida ventralmente en forma de V. Es muy amplia y también tiene poros sensoriales. Es así como en la cabeza de la anguila ciega de Yucatán reside la mayor parte del sistema sensitivo. A lo largo de su cuerpo, se nota claramente la formación de su musculatura. Por ser un animal cavernoso y no tener coloración, es posible ver claramente sus vasos sanguíneos, debido a la particular delicadeza de su piel, sobre todo en los alrededores de las branquias. Sus aletas dorsal, anal y caudal, que se encuentran en la parte posterior de todos los peces son, en este caso, rudimentarias y están unidas en una sola aleta.
En algunos ejemplares de esta especie colectados en los cenotes de Maní y de Tecoh no se notan los poros sensoriales, lo cual refleja el aislamiento ecológico de sus poblaciones en diferentes localidades.
Uno de los cenotes donde habita la anguila ciega de Yucatán es en el de Hoctún. La anguila ciega prefiere las aguas más bajas, donde el sedimento de materia orgánica es más abundante, y quizá ese sea su alimento. En cuanto a la distribución de este pez primitivo, se encuentra restringida a las cavernas del centro y norte de Yucatán. Se ha observado en los cenotes cerrados de Balankanché, municipio de Tinum; Kabahchén, Maní; Hoctún; El Pochote, Muna, y en Tzab Nah, Tecoh. Su distribución tiende a restringirse hacia la parte norte central del estado, además de que no hay que olvidar que sus poblaciones se consideran en peligro de extinción.