Álvarez García, Augusto (n. 1914) Premio Nacional de Arquitectura (1984) y primer premio en la Bienal de Sao Paulo, Brasil (1961). Nacido en Mérida, se trasladó en 1921 con sus padres a la ciudad de México, donde reside desde entonces. Realizó sus estudios de primaria, secundaria y preparatoria en el Colegio Francés y en 1939 se graduó en la Universidad Nacional Autónoma de México. Tuvo entre sus maestros a Mauricio M. Campos y Pedro Alfonso Escalante, con quienes trabajó desde su época de estudiante. Entre 1941 y 1947 realizó edificios de apartamentos y casas habitación, en las colonias Roma y Cuauhtémoc, en colaboración con Juan Sordo Madaleno. En 1949, junto con Enrique Carral Icaza, Manuel Martínez, Ramón Marcos Noriega, Guillermo Pérez Olagaray y Ricardo Flores Villasana, obtuvo el primer premio por el proyecto para el Aeropuerto Central de la ciudad de México. En 1949-1952 fue arquitecto consultor de la Compañía de Seguros La Latinoamericana para el proyecto de la torre (42 niveles) del mismo nombre.
Ha sido fundador y director de dos escuelas de arquitectura: la del Colegio Israelita (1954) y la de la Universidad Iberoamericana (1955-1956), en las que también se desempeñó como profesor titular de composición en 1954 y 1955-1961, respectivamente. Atendió la misma cátedra en la Escuela de la UNAM en dos períodos (1942-1949 y 1954-1960). En 1957 formó parte del grupo de peritos nombrados por el Departamento del Distrito Federal para dictaminar los daños ocasionados por el sismo del mes de julio en la ciudad de México. Con Carral Icaza realizó importantes obras en diversos puntos del país: Hospital Infantil de Jalapa, Veracruz (1949); Plaza de Toros de Acapulco, Guerrero (1953-1955); conjunto de edificios del Centro Nacional de Investigación y Enseñanza Agrícola, en Chapingo, Estado de México, en colaboración también con la Compañía The Perkins and Will Partnership, de Chicago, Illinois (1964-1967); conjunto de edificios del Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y el Trigo, km 45 1/2 de la carretera México-Veracruz, entre otros. En la Ciudad de México hay abundantes muestras de la obra de Álvarez García. En 1958-1959, en colaboración con Carlos Alvarado: edificio comercial y de oficinas para la Compañía de Seguros La Libertad, realización que obtuvo el primer premio en la Bienal de Sao Paulo, Brasil (1961); en colaboración con Héctor Meza Pastor: edificio de dos niveles para el Colegio de Ingenieros Civiles de México (1972-1973) y edificios de vivienda popular para el Infonavit, en Azcapotzalco (1974-1975); en colaboración con Sordo Madaleno y José Adolfo Wiechers: edificio para el Centro Operativo Bancomer (1974-1976) y edificio de oficinas Parque Reforma (1981-1983), entre otros.
Álvarez García considera entre sus mejores obras: el edificio de oficinas de la Compañía de Seguros La Interamericana, en avenida Insurgentes sur esquina con Tlacoquemecatl, D.F., en colaboración con Meza Pastor (1968-1971); el edificio de oficinas para IBM, en Mariano Escobedo y Rincón del Bosque, D.F., el desarrollo completo de cuyo proyecto se realizó en el tiempo récord de 40 semanas, en colaboración con Carral Icaza y Meza Pastor (1970-1972) y el edificio de oficinas para Transportación Marítima Mexicana, en avenida de la Cúspide núm. 4761, Bosques del Pedregal, D.F., en colaboración con Flores Villasana, Meza Pastor, Augusto F. Álvarez y Enrique Anaya Escalera (1981).
A lo largo de su brillante trayectoria profesional, Álvarez García ha sido nombrado miembro de diversas instituciones académicas, nacionales y extranjeras: 1964, miembro honorario de la Sociedad de Arquitectos de Venezuela; 1970, miembro de número del Colegio de Arquitectos de México; 1971, miembro honorario de la Sociedad de Arquitectos de la Universidad Iberoamericana; 1980, académico emérito y socio vitalicio del CAM/SAM; 1980-1981, miembro de número de la Academia de Artes y 1983, miembro honorario del Colegio de Arquitectos de Puebla.
Ha publicado artículos y ensayos y diversos aspectos de su obra han sido examinados en revistas especializadas.
En 1991 vino a Mérida, invitado por el Colegio de Arquitectos y la Facultad de Arquitectura de la UADY para impartir una serie de conferencias. Entre las distinciones que ha recibido, se cuentan: 1984, el Premio Nacional de Arquitectura, correspondiente al año anterior; y en 1990, el Gran Premio y el Reconocimiento Anual de las Academias Nacional y Mexicana de Arquitectura, respectivamente. Exponente en el país de la corriente funcionalista, el suyo es un racionalismo cercano al de Le Corbusier y Mies van der Rohe, de quienes ha declarado haber recibido una gran influencia.