Algodón  (Producción artesanal) Además de las fábricas textiles estaba muy extendida en Yucatán por tradición la fabricación de telas, mantas y colchas de algodón, fibra que hilaban y tejían a mano las familias indígenas con husos, ruecas, teladores y urdidores primitivos. Las hilazas las teñían con raíces y cortezas trituradas de diversas plantas de la región. Con unos telares compuestos de dos o tres palos y cuatro o seis varitas hacían muchas variedades de mantas y aun telas lisas y bordadas que pretendían imitar las muselinas importadas. Estos trabajos, exclusivamente femeninos, los hacían las indígenas en familia, y hasta mujeres ancianas o impedidas para otros trabajos se dedicaban a ellos. Para muchas familias indígenas del Oriente, hilar y tejer eran labores tan comunes como el sembrar maíz lo era para los miembros masculinos de las mismas. Por los años cincuenta y sesenta del siglo XIX todavía era voluminosa la producción de colchas para camas y para catres, que entonces se vendían de 4 a 5 pesos las primeras y de 20 a 24 reales las segundas. Tal industria manual fue decayendo en los años ochenta y noventa y al comenzar el siglo XX había ya prácticamente desaparecido. Aparte de Valladolid, el más importante centro de esta artesanía, también se hacían tejidos de algodón en Izamal y en otros lugares.