Anguila

Anguila  Familia Anguillidae, orden Anguilliformes. Pez de cuerpo largo, cilíndrico en la región anterior, que se comprime paulatinamente hacia la región caudal. La cabeza es larga, con los ojos emplazados muy adelante. La boca es terminal y la mandíbula inferior se proyecta levemente. Los dientes son pequeños y están dispuestos en bandas en ambas mandíbulas. Las aberturas branquiales son reducidas y se sitúan por delante de las aletas pectorales, que están bien desarrolladas. No posee espinas en las aletas. La dorsal y la anal se insertan muy por detrás de las pectorales y confluyen en la región caudal. No tiene aletas pélvicas. Se distingue de las morenas y demás peces semejantes por la presencia de aletas pectorales y de escamas pequeñas y embebidas en la piel. Su color es generalmente pardo oscuro en el dorso y blanquecino en los costados y el vientre, aunque también depende del fondo que habita. Los adultos miden de 0.5 a 1.5 m de longitud; viven en aguas salobres o en cuerpos dulceacuícolas conectados con el mar. Se distribuye desde Groenlandia hasta el norte de Sudamérica, incluyendo las Antillas. Hace migraciones reproductivas al Mar del los Sargazos en enero. Durante esta época no se alimenta y sufre cambios notables; su coloración se torna broncínea o plateada. Las larvas de anguila, muy comprimidas y transparentes, después de pasar casi un año en mar abierto, se transforman en pequeñas anguilas blancas (conocidas como angulas) y así regresan a los ríos y estuarios, donde viven y crecen entre siete y veinte años, antes de emigrar nuevamente al mar abierto. En las aguas dulces o salobres se alimentan, por la noche, de pececillos, moluscos, crustáceos, insectos y gusanos.

En México se encuentra en las aguas salobres del Noroeste, pero no se pesca especialmente. Las anguilas son glotonas, esencialmente carnívoras y depredadoras, con gran vitalidad y destacado poder de adaptación. Devoran cuanto animal pueden tragar y junto a esa voracidad, soportan fácilmente largas épocas de ayuno. Suelen mantenerse en el fondo de aguas estancadas o corrientes, nadando perezosamente para posarse nuevamente y aun enfangarse o enterrarse en las arenas sumergidas. Es mucha su resistencia a la asfixia; con escasez de oxígeno disuelto en el agua otros peces mueren, mientras la anguila sobrevive. Esta característica, sumada a la posibilidad de mantener húmedas las branquias alojadas en amplias cavidades en angosta comunicación con el exterior, les permite reptar como serpientes fuera del agua, y trasladarse por tierra firme de un río a otro o de una masa líquida a otra. Estos peces anguiliformes crecen durante la temporada de más alta temperatura. Durante el verano devoran cuanto animal queda a su alcance, pero llegado el invierno amortiguan sus actividades y se mantienen en quietud, aún, se entierran. Acostumbran escapar de la luz intensa, buscando refugio en zonas penumbrosas, desplazándose y persiguiendo el alimento principalmente en la tarde o al amanecer y durante la oscuridad de la noche. La sangre de las anguilas es venenosa debido a la presencia de una ictiotoxina, produciendo en el hombre que la recibe por medio de alguna herida o escoriación, fuertes inflamaciones con edemas y linfagitis. La especie más común en aguas de Yucatán es la Anguilla rostrata.