Aznar Rivas, Benjamín  (1873-1959) Maestro, pianista, director de orquesta y crítico musical. Nació en Mérida y falleció en Ciudad Victoria, Tamaulipas. Inició sus estudios musicales en 1882 en la Sociedad Filarmónica de Mérida bajo la dirección de José Améndola. Cinco años después, en enero de 1887, se trasladó a Puebla con su hermano Manuel e ingresó al Seminario de aquella ciudad donde continuó sus estudios musicales con Manuel Sánchez de Lara. En julio de ese año, por enfermedad de su hermano, retornó a Mérida. En febrero de 1888 viajó de nuevo a Puebla y poco después a los Estados Unidos de América, ingresando al Colegio Spring Hill, de Mobile, Alabama. Más adelante se trasladó a Nueva York y de allí a Francia e Italia. Terminó sus estudios musicales en el Regio Conservatorio de Milán con el pianista Bisma Fumagalli y el maestro de armonía Luigi Mappelli. Graduado en 1889, se presentó en público por primera vez en Milán en la velada de entrega de premios del Instituto de Hijos de la Providencia. Al volver de Europa, pasó unos meses en Nueva York y en la ciudad de México. Diplomado como profesor, se instaló en Mérida en abril de 1891 y de inmediato abrió una academia en el domicilio paterno. A partir de 1892 inició sus actividades como músico ejecutante y a fines de ese año retornó a Europa por algún tiempo. A su regreso, con Ricardo Río y otros músicos organizó una serie de conciertos.

En 1895, ya casado, volvió a Puebla y en mayo de 1897, otra vez en Mérida, reinició sus clases de piano, solfeo, teoría musical y acompañamiento. En octubre, abrió con Asunción Sauri y Arturo Cosgaya una academia de música en la casa de este último. Dos meses después se separó del maestro Cosgaya y formó con Asunción Sauri la Nueva Academia de Música, inaugurada el 1 de enero de 1898. En 1901 volvió al Conservatorio de Milán para perfeccionarse en la cátedra de piano y composición con el maestro Giuseppe Frugatta, sucesor de Fumagalli. Poco después se trasladó a Barcelona, en cuya ciudad formó parte de un cuarteto. Desde allí viajó a los Estados Unidos de América y estuvo al frente de un conjunto orquestal en Nueva York y Pensilvania. A su regreso a Mérida, estableció nuevamente su academia musical, en la que destacarían los pianistas Manuel Sierra Magaña y Rosa Domínguez Portas. En 1903 formó el Cuarteto Yucateco. Después surgió el Cuarteto Aznar, también bajo su dirección. Gran parte de los años siguientes los dedicó a la docencia y a composiciones breves. Más tarde, disuelto el cuarteto, formó el Terceto Aznar con el que hizo una gira por Cuba alrededor de 1914, y después integró el segundo Terceto Aznar, con Maurilio Nava y Alonso Patrón Gamboa. Durante varios años ejerció una severa y exigente crítica musical en La Revista de Mérida y en La Voz de la Revolución. Entre sus discípulos más destacados cabe mencionar también a las pianistas Bertha Caballero Cárdenas y María Colonna Palacio, poblana esta última. En 1922 fijó su residencia en la Ciudad de México y años más tarde se estableció para siempre en Ciudad Victoria, Tamaulipas, donde, hasta su fallecimiento, vivió alejado de toda actividad relacionada con la música.