Ayeta, Francisco de (1640-¿1700?) Religioso. Nacido en Pamplona (Navarra), España, en 1640. Tomó el hábito franciscano el 26 de noviembre de 1659 en la provincia del Santo Evangelio en México. Profesó el 27 de noviembre de 1660. Fue electo custodio de la provincia de Nuevo México el 29 de julio de 1676 y procurador general de ésta en 1679. Ese mismo año fue electo procurador general de la Nueva España, pero por la rebelión de los indios en 1680 tuvo que refugiarse en El Paso no pudiendo llegar a su destino, sino hasta 1683. Vino a Yucatán a principios de 1684 y presidió el Capítulo en que fue electo ministro provincial fray Juan de Almeida, el 14 de junio de ese año. Se cree que en esta visita conoció los manuscritos de la historia de Yucatán de fray Diego López Cogolludo. El padre Ayeta fue celoso defensor de los privilegios de los franciscanos, concedidos por los pontífices, ante los obispos que pretendían limitarlos, y destacó por sus escritos en defensa de esa causa. Años más tarde, después de haber sido comisario de la Inquisición, se le designó procurador general de la Nueva España en la Corte española para velar por los intereses de todas las provincias franciscanas de este virreinato. Según él mismo informa, desempeñaba esta Procuraduría cuando recibió los manuscritos de la Crónica de la provincia de Yucatán, de López de Cogolludo. Es posible que conociendo esta Crónica, él mismo la hubiese pedido para editarla como efectivamente lo hizo en Madrid en 1688. Fray Francisco de Ayeta dedicó la edición a Joaquín Fajardo de Requesens y Zúñiga, marqués de los Vélez, presidente del Consejo de Indias y mecenas que sufragó los gastos de la publicación. Beristain dice que fray Francisco escribió una Apología de la Orden de San Francisco en América. Tal vez sea la misma que el editor Barcia cita con el nombre de Verdad vindicada, editada en 1690. Escribió también una Defensa de la provincia del Santo Evangelio de México. En relación con el conflicto entre el clero secular y los franciscanos por la posesión de los curatos y en favor de los privilegios de su Orden, publicó: Último recurso de la provincia de San Joseph de Yucatán y destierro de tinieblas en que ha estado sepultada su inocencia y confundidos sus méritos. Justicia desagraviada y hasta ahora no defendida. Pleito con la clerecía de Yucatán sobre diferentes doctrinas que, con violentos despojos, unos con manos de justicia y otros sin ella, se han usurpado a dicha provincia. Un ejemplar de esta interesante obra, según Bolio Ontiveros, estuvo en poder del historiador Juan Francisco Molina Solís. No se sabe con exactitud si fray Francisco Ayeta falleció en la metrópoli sin haber retornado a México.