Arnaldo, Vicente (1766-1845) Nació en Campeche. Muy joven, obtuvo en Mérida el hábito de lego de la Orden franciscana, de manos del provincial fray Fernando Murciano. Conocidas sus aptitudes, se trató de que, sin contradecir el deseo que tenía de no pasar de la baja escala que se había propuesto, ascendiera a mayor dignidad, en la que podría prestar mejores servicios a la religión y a su Orden. Vencida su oposición, y después de los estudios correspondientes, el obispo Piña y Mazo, le confirió el sacerdocio en enero de 1790. Resolvió incorporarse al Sagrado Colegio de Querétaro, en el que permaneció más de dos años. Demostró su talento y adquirió fama de buen orador y se vio en la necesidad de volver a su convento de Mérida. Se le nombró de inmediato catedrático de gramática latina y, ya repuesta su salud, en el Capítulo celebrado en mayo de 1795, fue electo secretario de provincia, cuyo cargo ejerció por siete años. En el Capítulo de febrero de 1802 fue electo guardián del convento de La Mejorada. Por este tiempo mereció la distinción de haber sido nombrado, en noviembre de 1803, por el comisario general de Indias, residente en Madrid, visitador y presidente del Capítulo próximo. El 27 de febrero de 1808 el padre Arnaldo fue elevado a la superior dignidad de provincial. En resumen: fue predicador general, guardián de La Mejorada, definidor, vicecomisario de Jerusalén, custodio, secretario septenal, asistente real, notario apostólico, examinador sinodal del Obispado, teólogo consultor de cámara, notario revisor del Santo Oficio, guardián del Convento Capitular en dos ocasiones, comisario visitador y provincial de la Orden. Falleció en Mérida.