Altillos (Mu’luch, en maya) Promontorios rocosos de relativamente poca altura y extensión superficial, configuración típica de la planicie ondulada que distingue al estado de Yucatán. Se localizan especialmente en las tierras bajas que se extienden entre la sierrita de Ticul y el litoral del Golfo de México. Se deben, en parte, a los ligeros combamientos que ha sufrido el terreno a causa de los incipientes plegamientos de origen tectónico que acusa la corteza terrestre y, en parte, al efecto residual de los hundimientos del terreno que han sido originados por el desplome de cavidades subterráneas. Se caracterizan por ser formaciones convexas de suave trazo, resultado de sus pendientes poco pronunciadas. Su apariencia es rocosa, tanto en lo que se refiere a los afloramientos de la coraza calcárea sana como la abundancia de sus fragmentos, que se encuentran esparcidos sobre la superficie. Con el propósito de evitar en lo posible interpretaciones subjetivas, se estableció convencionalmente un límite de altura: así, todas aquellas formaciones de este tipo que no rebasen los 3 m son denominadas altillos y aquellas cuya altura varía entre 3 y 15 m se identifican como montículos.