Aldana del Puerto, Ramón (1833-1892) Poeta, dramaturgo, periodista. Abogado, hombre público. Nació en Mérida y falleció en la Ciudad de México. Hizo sus estudios de filosofía y jurisprudencia en el Seminario Conciliar de San Ildefonso.
En sus años de formación profesional fue discípulo de Justo Sierra O’Reilly. Asociado a Manuel Aldana Rivas, primo suyo, fundó y fue el primer director de La Revista de Mérida, periódico que apareció el 1 de enero de 1869 y alcanzó casi medio siglo de vida. También ejerció el periodismo en otras publicaciones: La Prensa, El País y El Pensamiento, como redactor. Y La Guirnalda, El Álbum Yucateco, La Biblioteca de las Señoritas y El Federalista, como colaborador. En sus artículos abordaba lo mismo temas de tipo político, que de carácter literario. Su carrera política la inició al ser electo diputado al Congreso de la Unión en 1857, cuando contaba 24 años de edad. Posteriormente, además de ocupar una curul en la Cámara local, tuvo una sobresaliente actuación en la Judicatura: magistrado y fiscal del Tribunal Superior de Justicia; juez de primera instancia civil y criminal y representante del Ministerio Público. En Veracruz, donde fijó su residencia al emigrar de Yucatán por causas políticas, fue designado magistrado del Supremo Tribunal de Justicia de aquella entidad, en la que recibió innumerables pruebas de aprecio personal y de reconocimiento a su inteligencia y su cultura. Poeta ilustre, dotado de una notable fecundidad, no se sabe empero de ningún libro que haya publicado. Algunos de sus poemas aparecen en La Lira Yucateca, que reúne composiciones de varios autores; en Poetas yucatecos y tabasqueños, la valiosa antología publicada en 1861 por Manuel Sánchez Mármol y Alonso de Regil y Peón; y en la Colección de Obras (1865), que contiene también trabajos de Eligio Ancona, José Peón Contreras y José Antonio Cisneros. Sin embargo, la mayor parte de la producción poética de Aldana del Puerto se publicó en páginas de la prensa: En La Revista de Mérida, año de 1869, La gloria, oda a la Sociedad La Minerva; elegía A la muerte de Pedro I. Pérez; La tempestad y El celaje. En la misma revista, año de 1870: A Pío IX; A Carlota Corday; Oda a Mérida; A María y A Roma. En el Álbum Meridano, Semanario de Ciencias, Literatura y Artes, del que era propietario Alfredo Torroella, poeta cubano en el exilio, domingo 21 de marzo de 1869, el poema En un álbum. Conocémosle también —apunta José Esquivel Pren en su Historia de la Literatura en Yucatán— sus célebres sonetos Napoleón, Napoleón III, Sedán y Cristóbal Colón; su poema en silvas Sebastopol y La flor del valle, en redondillas. En Orizaba compuso, con Rafael Delgado, un magnífico romance de tema, factura y corte españoles, Gil Pérez, que se publicó por primera vez en el Boletín de la Sociedad Sánchez de Oropeza en 1884 y, más tarde, en 1898, lo reprodujo El Salón Literario, órgano de la Sociedad del mismo nombre. En La Guirnalda, 1861, sus sonetos histórico líricos Cristóbal Colón y Luis XVI. Esquivel Pren disiente de muchas de las opiniones que al referirse a Aldana del Puerto emitió su biógrafo Francisco Sosa, pero coincide con él en la apreciación de que «en lo que más se distinguió Aldana fue en la poesía lírica, que cultivó con éxito brillante, logrando, en nuestro humilde juicio, colocarse entre los primeros poetas mexicanos. Hay en sus odas entonación robusta y valiente, estrofas perfectamente redondeadas, versos sonoros y dulces al mismo tiempo, verdad en el pensamiento, belleza en la forma, rarísimas incorrecciones». JEP, por su parte, precisa: «Obsérvase en los versos de Aldana del Puerto una muy marcada pugna entre el dominio de los clásicos españoles y el menos severo, más torrencial y más calenturiento de los románticos de su siglo. Vacila de unos a otros, según su estado de ánimo y el vuelo de su propia fantasía». Y concluye: «Aldana merece ser colocado entre los más altos poetas de Yucatán y de México, que todavía no le ha tributado justicia».
Escribió varios dramas: Nobleza de corazón, en tres actos y en prosa, estrenado la noche del 8 de julio de 1856, en el Teatro San Carlos, por la Compañía del notable actor Manuel Argente; Una prenda de venganza, también en tres actos y en prosa, que estrenó Argente en el mismo teatro el 7 de junio de 1860; y La cabeza y el corazón, obra publicada en La Revista de Mérida y de la que Arturo Gamboa Garibaldi en su «Historia del Teatro y de la Literatura Dramática» (Enciclopedia Yucatanense, primera edición) dice no tener noticias de que haya sido representada. (AGG aclara que «en la nota biográfica de Aldana, publicada en Poetas yucatecos y tabasqueños, se menciona este drama [La cabeza y el corazón] con el título de Honor y felicidad«).
Ramón Aldana del Puerto fue miembro de la Academia de Ciencias y Literatura, El Liceo, El Liceo Hidalgo, Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística y, en Orizaba, de la Sociedad Sánchez de Oropeza. Al recrudecérsele en la mencionada ciudad veracruzana, donde residió por años, una vieja dolencia, Aldana del Puerto se trasladó a la ciudad de México para ser atendido, pero falleció el 16 de agosto de 1882, sin haber retornado nunca a nuestro estado. El poeta Fernando Juanes G. Gutiérrez «Milk» le dedicó una elegía. «A pesar de que toda su poesía, y su obra literaria en general —afirma el crítico Leopoldo Peniche Vallado en un trabajo inédito— se alejan mucho de lo convencional yucateco, Aldana debe ser considerado como un poeta de excepcional calidad entre los nacidos en Yucatán».