Albalate, Nicolás de (S. XVI) Llegó a Yucatán con el grupo de religiosos que trajo de México fray Juan de la Puerta, como comisario, enviado por fray Martín de Hoja Castro a fines de 1544 o principios de 1545. Recién fundadas las primeras casas franciscanas en Yucatán, fray Nicolás de Albalate fue nombrado procurador por sus compañeros, con el encargo de viajar a España y presentarle al rey lo que consideraban conveniente para la administración política y religiosa de estas tierras. Expresó ante la Corona las peticiones de sus hermanos de Orden, obteniendo éxito en sus gestiones. El rey expidió diversas Cédulas Reales, con fechas 10 de marzo y 23 de abril de 1548, por las que concedía pasaje y matalotaje para 18 frailes destinados a Yucatán, así como una campana para uno de los monasterios; provisiones de vino y aceite para celebrar misas durante seis años y mantener una lámpara ante el Santísimo Sacramento; un cáliz de plata y tres de estaño; y dos pares de hierros de los que se usaban para preparar hostias. Como era costumbre hacerlo, fray Nicolás de Albalate visitó su propio convento, los de Castilla y los de Santiago, para invitar a los frailes a unirse a la misión de Yucatán. Pudo reunir a un grupo de 12, que se embarcaron, posiblemente, entre enero y febrero de 1549, llegando a la Península tres o cuatro meses después. Consiguió también el apoyo del rey para llevar al cabo la congregación de los indios en las poblaciones grandes y la orden para que los encomenderos construyeran las iglesias en las localidades que les correspondían. Las peticiones hechas en este sentido pueden ser indicativas de las primeras dificultades que los franciscanos tuvieron con los encomenderos en el proceso de evangelización. Fray Luis de Villalpando fue el primero que llevó a la práctica el propósito de concentrar a la población indígena. Si los franciscanos solicitaron el apoyo del rey para tales fines fue precisamente por los roces entre religiosos y encomenderos y por negar éstos su ayuda material para la construcción de los templos. Fray Nicolás de Albalate retornó a Yucatán aproximadamente dos años después de haber partido. Su permanencia en España resultó fructífera ya que logró cumplir los objetivos de su viaje. Al realizarse el primer capítulo custodial en septiembre de 1549 en la Ciudad de México, fue nombrado guardián del convento de Maní.