Ancona Albertos, Joaquín (1893-1971) Maestro, matemático, periodista, hijo póstumo del prócer yucateco Eligio Ancona. Nacido en Mérida y fallecido en Puebla. Sus primeros estudios los inició en la Ciudad de México y terminó su enseñanza elemental en Mérida. Comenzó el bachillerato en México y lo concluyó en el Instituto Literario de Yucatán. Contaba siete años cuando falleció su señora madre y el gobierno porfiriano canceló la pensión concedida a la familia desde la muerte del padre. En tan difícil situación, el joven Joaquín se vio obligado a trabajar antes de terminar sus estudios. Cursó la carrera de ingeniero topógrafo y constructor y, en forma autodidáctica, profundizó estudios en diversas ramas de las matemáticas, así como en cosmografía y filosofía.
De 1916 a 1918, durante los gobiernos del general Salvador Alvarado y de Carlos Castro Morales, prestó servicios como comisionado de prensa e información, y como secretario de redacción de La Voz de la Revolución. Simultáneamente desempeñó el cargo de prefecto del Instituto Literario. En 1920 fue designado oficial mayor del gobierno del estado que jefaturaba su hermano, el escritor Antonio Ancona Albertos. En 1924 fue nombrado auditor regional de Contraloría de la Federación, para los estados del Sureste. En 1925 desempeñó igual cargo en San Luis Potosí. En 1931, de nuevo en Mérida, fue director fundador del Diario del Sureste, hasta 1934 en que pasó a la Dirección de la Biblioteca Manuel Cepeda Peraza. De 1936 a 1938 fue jefe del Departamento de Agricultura y Fomento del Gobierno del Estado de Yucatán y secretario de la Comisión Agraria Mixta. En 1942 presidió el Consejo de Administración de los Ferrocarriles Unidos de Yucatán. Desde muy joven despertó su vocación magisterial. En 1916 comenzó a dar clases de aritmética razonada en el Instituto Literario y, posteriormente, se hizo cargo también de las cátedras de álgebra, geometría euclidiana y cosmografía. Además, en diversos años, impartió las cátedras de historia comparada de las religiones y concepción filosófica del universo. Fue catedrático de la Facultad de Ingeniería de la Universidad. Y cumplió igualmente tareas docentes, en diversas épocas, en la Escuela Modelo y en otros planteles educativos.
De 1936 a 1942 fue rector de la Universidad de Yucatán y se distinguió como impulsor de la educación superior en el estado. Por otra parte, durante la administración del gobernador Humberto Canto Echeverría se realizó el remozamiento y ampliación del edificio universitario, obra en cuya dirección y supervisión también participó el rector Ancona Albertos. Las principales acciones de su actuación en la Universidad de Yucatán pueden resumirse así: a) creación de la Facultad de Odontología; b) ampliación de cursos de la Facultad de Química; c) creación de la Preparatoria Nocturna; d) fundación y dotación del Observatorio Universitario; e) mejoramiento de los laboratorios de investigación científica mediante la adquisición de nuevo equipo; f) fundación de la Facultad de Ingeniería Civil y g) duplicación, durante su ejercicio, del número total de cátedras. Las medidas adoptadas con respecto a un grupo de alumnos de la Universidad determinaron la fundación de la Escuela Preparatoria Libre, que dirigió Gonzalo Pat y Valle, incorporada a la UNAM.
Poco después, en 1942, se separó de la Rectoría, presionado por los efectos de un decreto expedido por el Congreso del Estado, a iniciativa del gobernador Ernesto Novelo Torres, imponiendo reformas al Estatuto de la Universidad de Yucatán. Renunció a todas las cátedras que tenía a su cargo y, desde entonces, se dedicó a la enseñanza de las matemáticas como maestro particular. En 1944 lo invitó el entonces director del Observatorio Astronómico de Tonanzintla, Luis Enrique Erro, para desempeñar el cargo de astrónomo «A» y al mismo tiempo fue llamado a impartir clases en la Universidad de Puebla; como éstas aumentaron paulatinamente, optó por renunciar al Observatorio. De 1944 a 1966 impartió cátedras en diversas escuelas universitarias. También fue maestro de matemáticas en el Instituto Mexicano Madero (particular). A instancias de un antiguo alumno suyo, ordenado sacerdote jesuita, dio clases un año (1952) en el Instituto Oriente, pero se prescindió de sus servicios por su negativa a convertirse al catolicismo. Es autor de las siguientes obras: Cosmografía, editada por la Universidad de Yucatán en 1940; El Universo, México, D.F., 1947; Divisibilidad de los números enteros (generalización de la teoría). Edición del autor, octubre de 1961; este trabajo fue reproducido con el mismo título por la Revista Mexicana de Física, en sus números 1, 2, 3 y 4 de 1962, «Geometría analítica y cálculo infinitesimal», apuntes de las clases dictadas en la Escuela Preparatoria Especial de Ciencias Matemáticas y «Álgebra y matemáticas superiores» para uso de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Puebla, ambas mimeografiadas; «El fin del mundo» conferencia editada por la Gran Logia Unida La Oriental Peninsular en Mérida (1944) y «El tiempo sideral» en la revista El Universo, órgano de la Sociedad Astronómica de México, julio a noviembre de 1945. Permanecen inéditos los siguientes trabajos: Curso de aritmética razonada; Curso de geografía analítica y cálculo infinitesimal; Curso de concepción filosófica del Universo y Método de resolución de un tipo de ecuaciones diferenciales. Perteneció a numerosas asociaciones locales y nacionales, entre ellas, Ateneo de Ciencias y Artes de México, la mencionada Sociedad Astronómica de México, la Fraternidad de Ingenieros Poblanos y la Asociación de Ingenieros Constructores de Yucatán. Recibió, entre otras, las siguientes distinciones: Medalla de oro entregada por la generación de alumnos (1945) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Puebla; Medalla Eligio Ancona (1963) que otorga el estado de Yucatán al mérito cultural, científico y artístico; Medalla de oro por 49 años de labor docente, otorgada por el Sindicato de Trabajadores de la Educación; grado honorífico de Maestro Insigne designado por la Escuela de Ingeniería Civil de la Universidad Autónoma de Puebla (1968); además le fue impuesto su nombre a un aula de la escuela mencionada. En Yucatán fue miembro de la Masonería, llegando a obtener el Grado 33; en Puebla, fundó un grupo llamado Masonería Progresista que tuvo un papel relevante en el movimiento de reforma universitaria en aquella ciudad. En algunos de sus artículos periodísticos usó los seudónimos de Mostacilla y Duque de Hevia.