Amaro Gamboa, Jesús (1903-1992) Miembro del Consejo consultivo de Yucatán en el Tiempo. Médico, escritor, maestro normalista. Nació en la villa de Tixkokob, donde inició sus estudios primarios para concluirlos en Mérida; hizo los preparatorios en el Instituto Literario del Estado. Se graduó de contador privado (1920-1922) en la Academia de Rafael Salazar Trejo y de maestro (1924-1926) en la Escuela Normal de Profesores Rodolfo Menéndez de la Peña. Estudió los cuatro primeros años de la carrera de medicina en la Facultad dependiente de la Universidad Nacional del Sureste y se graduó de médico cirujano en la Universidad Nacional Autónoma de México (1935). En Mérida había estudiado también dibujo y pintura (1915-1917) en la Escuela de Bellas Artes y teoría de la música y violín (1920-1922) en el Conservatorio del Estado.
De 1926 a 1932 ejerció la docencia en el Instituto Popular de Extensión Educativa (Nocturno) que funcionó en la Casa del Pueblo; en la escuela secundaria Agustín Vadillo Cicero, en la Preparatoria Especial de Medicina y en la ya mencionada Escuela Normal, de la que fue subprefecto. Después trasladó su residencia a la ciudad de México.
Ya graduado de médico prestó sus servicios profesionales en diversas dependencias de la Secretaría de Educación Pública. En 1936 retornó a Mérida para desempeñar durante varios meses la Rectoría de la Universidad Nacional del Sureste, realizando una destacada labor no obstante la brevedad de su ejercicio y durante su gestión se estableció la representación paritaria de maestros y alumnos en el Consejo Universitario. Al retornar a la Ciudad de México obtuvo la maestría en salud pública y desde entonces sirvió diversas cátedras en el Instituto Politécnico Nacional, hasta su jubilación en 1972. Entre los cargos desempeñados por Amaro Gamboa en distintas épocas, cabe mencionar que fue jefe del Servicio Médico del IPN y, en dos ocasiones, director de Centros de Higiene Escolar. La vocación literaria se reveló en su juventud preparatoriana. Unido a un grupo de condiscípulos fundó la Sociedad Cultural José Peón Contreras para ejercitarse en el cultivo de las letras.
En el año 1926 obtuvo el primer premio un cuento suyo denominado Chumín, en un concurso convocado por la Sociedad Amigos del Arte de la ciudad de Mérida. En 1928 obtuvo accésit en los Juegos Florales organizados por el Club Mérida con un ensayo sobre el tema La personalidad de don Francisco de Montejo el Mozo. Antes, en 1924, había recibido el premio norteamericano Bennet por un trabajo sobre la cultura maya. En 1954 apareció, bajo el signo de la Editorial Stylo de la Ciudad de México, su cuento titulado Y acabó su camino con la muerte. En 1968 recibió el primer premio en los Juegos Florales Ramón López Velarde de Zacatecas, su cuento denominado La palabra entonces, que con otros nueve relatos de Amaro y prólogo de Raimundo Ramos, fue editado en 1972 en la ciudad de México. En el mismo año aparecieron otros dos libros suyos: Y nunca de su corazón. (Relatos de la tierra maya), publicado por la Editorial Zamná de Mérida, y Yucatán sueño sin fin. (Crónica de una utopía) por la Editorial América de México, D.F. Los dos fueron ilustrados por el maestro Fernando Castro Pacheco. Las últimas obras publicadas de Amaro Gamboa son: El uayeísmo en la cultura de Yucatán y el Vocabulario del uayeísmo. Fueron editadas por la Universidad Autónoma de Yucatán; de la última mencionada, han aparecido los tomos I y II, en 1985 y 1987, respectivamente. Tenía en preparación, además de la continuación del Vocabulario, la novela Corcholata (título provisional) sobre temas de la posrevolución en Yucatán. Cultivó el periodismo desde sus años de estudiante.
En el Instituto Literario del estado fundó, redactó, dirigió e imprimió la revista Demóstenes. Y, en la misma época, el periódico también estudiantil Necedades. Mucho después, en la Ciudad de México, fundó y dirigió la revista mensual Signo, órgano de la Delegación de Médicos Higienistas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, de la que era secretario general. Fue igualmente uno de los principales redactores de la revista Yucatán, órgano de la Asociación Cívica del mismo nombre que presidía Alvar Carrillo Gil. De unos años a esta parte colaboraba, sin periodicidad fija, en el Diario de Yucatán. Entre los organismos y sociedades de que formó parte cabe mencionar: el Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, como secretario de Previsión Social (1942-1944); y la Sociedad Mexicana de Higiene Escolar (1948), de la que fue miembro fundador. Entregado siempre, apasionadamente, a un superior ideal de servicio, Amaro Gamboa produjo muy abundantes y generosas iniciativas en favor del desarrollo social y cultural del pueblo yucateco. Además de su trabajo constante en la Asociación Cívica Yucatán, presidió desde 1954 la Sociedad de Estudios Yucatanenses, que después tomó el nombre de Élmer Llanes Marín, otro de sus fundadores, con Hernán Rosas Novelo y el maestro Castro Pacheco. Fue hombre de cultura enciclopédica, ciudadano ejemplar y en razón de sus altos méritos le fue otorgada en 1985 la Medalla Eligio Ancona.