Coral  Celentéreo que vive en colonias cuyos miembros están unidos entre sí por un polípero calcáreo y ramificado de color generalmente rojo o rosado. Pertenece al orden de los Escleractinios y es el principal constructor de arrecifes. Al igual que las anémonas forma parte de la clase Anthozoa. Los Escleractinios son animales muy primitivos que tienen como principal característica el ser colonias de individuos llamados pólipos, que presentan la peculiaridad de tener simetría hexaradial. Los pólipos son como pequeñas anémonas y tienen la capacidad de formar, por medio de la precipitación de carbonato de calcio, un esqueleto externo llamado corallum que le sirve como soporte y protección. Cada uno de los pólipos que constituye una colonia se encarga de la construcción de su propio habitáculo en forma de copa, llamado cálice, el cual tiene divisiones llamadas septos. Estas divisiones siempre se presentan en número de seis y sus múltiplos, siendo por esto que los Escleractinios también se conocen como hexacorales. En los cálices, los pólipos permanecen retraídos durante el día, a salvo de los depredadores. De noche se activan y expanden sus tentáculos en busca de alimento, constituido por partículas de materia orgánica, bacterias y animales microscópicos del plancton. En el desarrollo de los pólipos se ve íntimamente involucrada un alga simbionte llamada zooxantela. Esta alga vive dentro del tejido de los pólipos y contribuye en los procesos nutritivos y en la precipitación del carbonato que constituye el corallum. Es tal la importancia de esta alga, que cuando los corales la pierden debido a cambios ambientales, contaminación o enfermedad, los pólipos y por tanto, el coral, mueren. Relacionados con las anémonas y las medusas, adheridos a las rocas del fondo marino, los corales protegen a numerosos microorganismos acuáticos que descansan entre sus ramas. Existen muchos tipos de coral, que se distribuyen de acuerdo con la temperatura de los mares y el tipo de microorganismos con los que se alimentan. Una colonia de coral es el resultado de la división de un pólipo fundador originario, que al formar una colonia proporciona la infraestructura alrededor de la cual viven toda clase de animales como peces, gusanos, estrellas marinas y moluscos. Los corales muertos, unidos por sus propias emisiones de calcio, se juntan con los esqueletos de las algas coralinas y se forma un arrecife que con el paso de los años se endurece y comienza a formar una barrera de varios metros de espesor llena de corales vivos y numerosas plantas y animales. La conformación del pólipo es sencilla ya que adentro de la boca se encuentra el estómago. Su esqueleto es externo. Los pigmentos del tejido del pólipo dan el color a los corales constructores de arrecifes; cuando una colonia coralina muere al ser sacada del agua, sólo queda el color blanco del carbonato de calcio. La apariencia de los corales, ya sean negros, preciosos, de cordón, de lazo, de fuego, y otros, depende de la forma como los pólipos individuales construyen sus esqueletos y unen sus brotes. En muchos corales los pólipos pueden verse fácilmente, pero otros los tienen tan pequeños que no pueden ser apreciados a simple vista. Son pocos los depredadores capaces de devorar colonias enteras de pólipos; sin embargo, la estrella marina de corona de espinas y el pez loro pueden ocasionar serios daños. A pesar de esto, el hombre es quien más daño ha hecho a los arrecifes coralinos, especialmente al preciado coral negro que habita en el mar Caribe, y que al ser extraído es transformado en objeto de ornato. En la Península de Yucatán existen en el arrecife Alacranes y en el área del mar Caribe, en Cozumel.