Cinematografía

Cinematografía  Fue en 1903 cuando el camarógrafo Enrique Rosas llegó a Yucatán con un conjunto musical y filmó un corto llamado Aventura del Sexteto Uranga, con diversas escenas de Mérida y que puede considerarse la primera película sobre Yucatán. Volvió en 1906 con la comitiva del presidente general Porfirio Díaz e hizo el documental Fiestas Presidenciales en Mérida y por su cuenta filmó Carnaval de Mérida. Ese mismo año, el fotógrafo Francisco Gómez Rul realizó un documental llamado El tabaco. En 1914, Carlos Martínez de Arredondo y Manuel Cirerol Sansores fundaron la Cirmar Films y produjeron dos cintas: En tiempos mayas y La voz de su raza, de dos y tres rollos respectivamente y duración de 10 minutos cada una. Cirerol escribió las historias y actuaron él mismo, Héctor Herrera y Ela Calderón. Ese año, el camarógrafo sonorense Jesús Hermenegildo Abitia filmó en Mérida y Uxmal su Revista Yucateca. Cuando se sublevó el coronel Abel Ortiz Argumedo en febrero de 1915, Cirerol llevó su cámara a una hacienda cerca de Hunucmá donde el general Lino Muñoz, perseguidor de Ortiz Argumedo, había establecido su campamento y filmó un rollo que tituló Escenas del campamento del general Muñoz; acompañado del camarógrafo Edipo Castillo, se dirigió a Progreso para filmar a las tropas carrancistas y al semihundido cañonero «Progreso», por filmar luego en Mérida otro documental, Entrada de las fuerzas constitucionalistas.

Por indicación del general Salvador Alvarado, estos documentales fueron reunidos en uno solo llamado Noticiero Peninsular. También por instrucciones del general Alvarado, la Cirmar produjo un corto de animación, Mi sueño, el documental El henequén de Yucatán y enseguida, con un costo de 50 000 pesos, realizó la primera película de largo metraje producida en México: 1810 o los libertadores de México, basada en una serie de episodios de la lucha por la Independencia, escritos por el dramaturgo Arturo Peón Cisneros, dirigida por Cirerol Sansores y fotografiada por Martínez de Arredondo; interpretada por el mismo Cirerol, Elena Vasallos, José Estrada, Carmen Beltrán, Alfredo Varela, Ernesto Pacheco Zetina, Virgilio Torres y Armando Camejo. Esta película fue estrenada el 27 de julio de 1916 en el Teatro Peón Contreras; después se llevó a México, donde se estrenó el 15 de septiembre en el Teatro Hidalgo y posteriormente se llevó a todo el país. Ante el éxito obtenido, en 1917 filmaron El amor que triunfa, cuyos principales intérpretes fueron María Caballé y Romualdo Tirado. Un empresario de México contrató a Martínez de Arredondo para impartir cursos en la recién fundada Escuela de Preparación y Práctica del Cinematógrafo, además de que tuvo a su cargo la fotografía de la película Triste crepúsculo. A fines de ese año, Cirerol se separó de la empresa Cirmar, por lo que el nombre cambió a Yucatán Films. Comenzando el año 1918, Martínez de Arredondo regresó a Mérida y produjo el primer serial hecho en México, titulado Venganza de bestia, con 10 episodios y 20 rollos, dirigido por él y con fotografía de Virgilio Torres, siendo interpretado el personaje principal por Ernesto Pacheco Zetina.

Durante 1918 se filmó también Los amores de Amparito y Las fiestas de la reina de la belleza en Yucatán. A principios de 1919 se rodó Noche pasajera y El charro negro, que nunca se exhibió. Por su parte, Cirerol y Santos Badía se dedicaron a filmar cortos pedagógicos, turísticos y de información política, con la participación de los camarógrafos Gustavo Sánchez y Bernardino Solís. En 1920, Cirerol produjo una película corta, Nidelvia, que se estrenó el 10 de abril en el Teatro Cine Principal; en 1925 formó la empresa Producciones Cirerol-Badía-Campos que rodó un extenso documental de seis rollos, Carnaval 1925, luego Carnaval 1927 y el noticiero Revista Yucateca, del cual hubo siete entregas. También en 1925, un productor independiente, Alejandro Peniche Sierra, realizó La verdad de la vida, interpretada por Fernando Soler, María Socorro Aguilar y el propio Peniche Sierra; se estrenó el 30 de octubre en el Cine Rialto. Inició poco después Las golondrinas, que no concluyó por haber contraído paludismo durante el rodaje en Quintana Roo. Es digno de mencionarse el esfuerzo realizado en 1928 por la joven yucateca Cándida Beltrán Rendón, radicada en la Ciudad de México, quien escribió, dirigió, protagonizó y produjo un melodrama titulado El secreto de la abuela, para lo cual contó con la colaboración del experimentado fotógrafo Jorge Stall y del dramaturgo español Gregorio Martínez Sierra y su compañía teatral.

En Mérida, la primera película sonora filmada fue Revista Mérida, en 1931, corto de un rollo producido por la Western Electric. Ese año, el director Eisenstein tomó unas secuencias para su documental Que viva México. En 1932, Santos Badía filmó un extenso documental (1,200 m) Las festividades del Partido Socialista del Sureste. En octubre de 1934, Antonio Magaña Esquivel y el operador Agustín Jiménez llevaron a cabo el documental Bajo el signo del Mayab, producido por el gobierno del estado. Posteriormente hubo proyectos de filmar otras películas en Yucatán, pero no se realizaron. En 1939 se rodó la película más importante de la época: La noche de los mayas, con el aporte de prestigiadas personas: Antonio Mediz Bolio (argumento y diálogo), Gabriel Figueroa (fotografía), Silvestre Revueltas (música) y Chano Urueta (dirección). Entre los intérpretes estaban los yucatecos Arturo de Córdova y Daniel «Chino» Herrera y las artistas nacionales Isabela Corona y Stella Inda. En 1953 se filmó El tuerto, tercer episodio de la película Raíces producida por Manuel Barbachano Ponce. Otras películas filmadas en Yucatán fueron Deseada (1950); Chilam Balam (1955); una parte de México bárbaro (del periodista Turner), documental de 78 minutos dirigido y fotografiado por Óscar Menéndez; Yaxcabá: testimonio a Carrillo Puerto; Peregrina (1973), con Antonio Aguilar y Sasha Montenegro; Cosas de Yucatán (1977), documental de largo metraje producido por los hermanos Alberto y Francisco Bojórquez; El mar (1976); La casta divina (1977); Rastro de muerte (1981); Salvador Alvarado (1983); Lo del César (1987) y Barroco (1988).