Castro y Araoz, Miguel de

Castro y Araoz, Miguel de  (1743-1820) Gobernador de Tabasco y Yucatán. Nació en Sevilla, España, y murió en Mérida, Yucatán. Hijo de Francisco Antonio Castro y Sotomayor y Lucrecia Antonia de Araoz. Su padre desempeñó una gran actividad en el comercio indiano. Vivió desde muy niño en Campeche al amparo de su tío José de Araoz, oficial de la Real Hacienda en dicho puerto. También radicó en la Ciudad de México donde fue sargento mayor del regimiento fijo de infantería, cargo que ocupó luego en Campeche. Fue nombrado por el rey de España gobernador de la provincia de Tabasco, cargo que desempeñó de 1793 a 1810. Durante su gestión, trasladó la capital de esa provincia de Tacotalpa a la villa de San Juan Bautista (hoy Villahermosa) en marzo de 1795. Regresó en 1811 a Campeche, donde fue designado teniente de rey. Poco después, Fernando VII le confirió el gobierno e intendencia de Comayagua (Honduras) al haber cumplido su período el coronel Ramón Anguiano. No aceptó el empleo, ya que los caminos entre Tabasco y Comayagua eran muy malos y la vía marítima estaba infestada de corsarios, lo que hacía el viaje muy peligroso. Tenía muchos vínculos en el medio yucateco y conexiones familiares en Campeche, por lo que solicitó se le confiriera algún cargo militar en Yucatán, Veracruz, Cuba o Puebla.

El 8 de enero de 1812 llegó a Mérida con el nombramiento de capitán general interino de la provincia de Yucatán, en su calidad de teniente de rey propietario. Como tal, pasó a ocupar provisionalmente el gobierno de Yucatán a la partida de Benito Pérez Valdelomar y mientras llegaba Manuel Artazo y Torredemer. En 1815, a la muerte de éste, volvió al gobierno de Yucatán, primero interinamente y después en propiedad. Monarquista absolutista, sin embargo, puso en libertad a los presos políticos de San Juan de Ulúa (Lorenzo de Zavala y José Matías Quintana) y de Mérida (padres Vicente María Velázquez y Manuel Jiménez Solís), todos ellos aprehendidos en 1814, bajo el cargo de enemigos del absolutismo. En 1820, ante el restablecimiento de la Constitución de Cádiz, se vio en la necesidad de jurarla el 13 de mayo de ese año, a pesar de la oposición de los rutineros para evitar un cisma político en la provincia, aunque para esa fecha aún no se recibían los oficios respectivos de España. En consecuencia, también se restablecieron la diputación provincial y el Ayuntamiento de 1814. De la primera eran miembros los padres Velázquez y Villegas, José Matías Quintana y Lorenzo de Zavala, quienes en sesión conjunta con el Ayuntamiento obligaron a Castro y Araoz a renunciar al gobierno el 8 de junio de 1820, nombrándose en su lugar a Mariano Carrillo y Albornoz.