Caracol

Caracol  Entre los moluscos habitantes de las praderas submarinas de la costa yucateca son comunes los caracoles carnívoros del género Fasciolaria y ciertos moluscos carentes de concha como las babosas y liebres de mar. Una de las especies que usualmente se localiza en esa área es Aplysia dactylomela, que llega a medir hasta 40 centímetros, de color verde olivo con manchas negras como anillos; si se ve lastimado o amenazado segrega un líquido morado. Pero el más notable de todos es el caracol rosado, (Strombus gigas) que llega a medir hasta 30 cm de largo y debe su nombre común al color de su capa interna de nácar. Este molusco que figura en el escudo del estado de Quintana Roo se usa principalmente como alimento y ha sido sobreexplotado a tal grado que en Yucatán y la costa norte de Quintana Roo ya llegó a la extinción comercial. En los límites de la marea alta normal y las mareas extremas —pero no de tormenta—, hay un gran número de caracolillos inmóviles y adheridos a las rocas. Este es el caso del género Nerita, que mide alrededor de un centímetro de diámetro y tiene líneas en zigzag sobre fondo claro. Otros moluscos típicos son los caracoles del género Neritina, con líneas blancas sobre fondo oscuro y el Tectarius muricatus, de concha cónica, puntiaguda, con hileras de pequeñas prominencias. Bastante lejos del agua se pueden encontrar las especies Nerita peloronta, con 3 cm de diámetro, concha amarillenta, líneas en zigzag negras y rojas y unas manchas rojas en la abertura que semejan sangre, así como Nerita versicolor. En la franja que se cubre completamente de agua durante las mareas altas normales es abundante la Nerita tessellata, que se distingue porque carece de dientes en la abertura y su diseño es de líneas negras muy bien marcadas pero discontinuas. También son abundantes diversos caracolillos como el diminuto Batillaria minima y Puperita pupa. En la zona ubicada en los límites de las mareas diarias ordinarias, abundan los caracolillos del género Littorina, de apenas unos seis milímetros, globosos con líneas negras. Igualmente se encuentran un gran número de lapas, que son caracoles con la concha aplanada y cónica que semejan volcancillos. Otros moluscos viven adheridos a las rocas, como es el caso de los quitones a los que algunos llaman cucarachas de mar, pero que no hay que confundir con los isópodos.