Cobá

Cobá  Centro arqueológico maya que se encuentra en la sección centro-norte de Quintana Roo, a unos 30 km de la costa del Caribe. Fue habitado desde el Preclásico hasta la llegada de los españoles a la Península de Yucatán en el siglo XVI. En los Libros del Chilam Balam el nombre aparece varias veces, ya denominando lugar o persona, pero todo parece indicar que Cobá significa Chachalaca, de acuerdo con las reflexiones del arqueólogo Alfredo Barrera Vásquez. El primero en llegar hasta estas ruinas mayas fue Teoberto Maled, en 1891, y posteriormente fueron visitadas por Thomas Gannn, A.V. Kidder, Harry Pollock, Eric Thompson, Jean Charlot y S.G. Morley, entre otros, quienes contribuyeron con sus estudios al conocimiento de una de las más grandes y complejas ciudades del área maya, formada por diversas zonas de carácter ceremonial, administrativo y residencial. Durante su época de máximo esplendor cubrió una extensión aproximada de 63 km2, con alrededor de 20 000 construcciones y una población máxima de 55,000 habitantes. Está situada en una región bañada por cuatro lagos: Cobá, Macanxoc (los mayores),

X-Kanjá y Sakakal. Al suroeste de este último había otro extenso lago, el Sinakal o Chak-luk, que se secó y fue cubierto por la vegetación.

El centro arqueológico está formado por una serie de núcleos o grupos comunicados por sacbés que irradian del núcleo central y constituyen una verdadera red de comunicación. El de mayor extensión explorado alcanza 100 km de distancia y llega hasta Yaxuná, situada en las inmediaciones de Chichén Itzá. Los núcleos más grandes son Cobá, Nohoch-mul, Macan-xoc, Chumuk-mul, Kitam-ná, Dsibmul, Oxkin-dsonot, Chikin-Kobá y Kukikan. La ciudad de Cobá fue fundada alrededor del año 400, por grupos provenientes del Petén. El mayor florecimiento lo alcanzó durante los siglos VII y VIII. En lo general, no hay un estilo arquitectónico único o característico, ya que lo más antiguo refleja el estilo de las ciudades del Petén; posteriormente se plasmaron los elementos comunes a las ciudades yucatecas y por último se reconstruyeron las antiguas edificaciones y se hicieron otras con el estilo llamado de la costa oriental. Cobá es muy conocido por sus estelas, que según los Libros del Chilam Balam se erigían para conmemorar muchos ahau-katunes, lo cual se ha confirmado pues las fechas señalan desde el año 613 hasta el 820. Se han localizado más de 27 esculturas de este tipo, la mayoría removidas de su sitio original y colocadas en nuevos santuarios durante el Posclásico. Todas fueron realizadas entre los siglos VII y IX.

En la ciudad existía un máximo aprovechamiento de los recursos hidráulicos, como se observa en los diques que rodean a los lagos y acales, los numerosos muros de retención, los hoyas, cenotes y canales artificiales. Entre las estructuras más importantes localizadas en Cobá está el templo de Ixmoja (también conocido como Nohoch Mul), con siete pisos de ángulos redondeados y 27 m de altura, modificado a través de los años; en la parte superior se le agregó un pequeño templo abovedado, dedicado a Ah Muzencab (Dios Descendente). También se encuentra el Conjunto de Pinturas, construido por varias estructuras con una orientación ceremonial que incluye 13 altares y varias estelas. Su nombre se deriva de los murales policromados que adornan la fachada superior del Templo, un edificio de 8 m de altura. Otro más es La Iglesia, un gran templo de 24 m de altura, dividido en nueve zonas, con amplias escalinatas. La mitología local relaciona este templo con la diosa maya Ix Chebel Yax. El destino final de Cobá estuvo ligado al de la organización comercial, totalmente desarticulada con la llegada de los conquistadores españoles.