Chichén Itzá

Chichén Itzá  Sitio arqueológico ubicado al oriente del estado de Yucatán. El nombre maya significa: orilla del pozo de los itzaes. Sin embargo, el nombre más antiguo de este sitio parece haber sido Uac-Hab-Nal. De acuerdo con El Chilam Balam de Chumayel, la historia de Chichén Itzá se inicia con su descubrimiento en un seis ahau (435-455 d. C.). Algunos autores señalan que quizá para esta época todavía no fuera asentamiento propiamente de itzaes, basando sus argumentos en el tipo de edificaciones construidas en los estilos Chenes y Puuc, los cuales tuvieron un gran desarrollo a finales del período Clásico. En los chilames de Maní y Tizimín se registra el trece ahau como la fecha en que se ocupó el sitio, es decir entre los años de 495-514. El manuscrito señala que después de transcurrir 10 veintenas, bajo el gobierno de sus descubridores, Chichén fue abandonado en el año 692, aproximadamente.

Los antiguos habitantes pasaron a establecerse en Chakanputún o Champotón, Campeche, como se le conoce actualmente. Allí tuvieron su asiento los itzaes, con quienes regresaron más tarde a Chichén. Los itzaes fueron los que implantaron el culto a Quetzalcóatl-Kukulkán e influyeron notablemente en el estilo arquitectónico de los asentamientos que se desarrollarían en Chichén después del año 968. Los itzaes eran comunidades de habla maya-chontal; poseedores de una cultura híbrida, que además de lo maya aglutinaba elementos del Altiplano Central, centro de Veracruz y la Huasteca, consecuencia de la amplia red de intercambio comercial que dominaban. Paralela a la migración de los itzaes hacia Yucatán, las fuentes históricas hablan de otra, efectuada por el grupo de los xiues cuyo destino fue Uxmal; posteriormente llegaron otros migrantes que compartían también su cultura híbrida, éstos fundaron Mayapán, en un trece ahau (1007-1027), bajo el liderazgo de los cocomes. Los Chilam Balam narran que con el paso del tiempo, estos tres estados mayas integraron una alianza conocida con el nombre de la Liga de Mayapán, sobreviniendo hacia 1200 su ruptura, cuando Hunac Ceel, señor de los cocomes, conquista Chichén y establece la hegemonía de Mayapán. En esta fecha los itzaes se dispersaron hacia diferentes rumbos y abandonan el sitio. Se cree que la mayor parte de la población Itzá se dirigió al Petén para fundar una nueva ciudad, Tayasal, que fue arrasada por los españoles en 1697. Cuando los conquistadores llegaron, Chichén Itzá se hallaba abandonada y sólo era visitada por peregrinos que hacían ofrendas en el cenote sagrado. Allí Montejo funda Ciudad Real de Chichén Itzá (1533), que posteriormente tuvo que ser abandonada. Landa visitó el sitio en 1566 y en su Relación de las cosas de Yucatán se encuentra un plano del edificio actualmente conocido como El Castillo. Mucho después, en el siglo XIX, sus ruinas fueron descritas por Stephens y dibujadas por Frederick Catherwood (1841). Le Plongeon, otro explorador extranjero que llegó a Yucatán en 1873, fue el que descubrió la estatua conocida como Chac-mool. Desiré Charnay, explorador y fotógrafo francés, también visitó Chichén Itzá.

El último viajero del siglo XIX fue el capitán austríaco Teoberto Maler, que en 1886 realizó diversas investigaciones en la Península, donde visitó Chichén, del que elaboró planos, tomó fotografías e hizo descripciones de los edificios de una gran calidad. Junto con Leopoldo Batres, denunció el saqueo que el cónsul estadounidense Edward Thompson efectuó en Chichén Itzá. Éste, financiado por el empresario Allison V. Armour compró los terrenos de la hacienda Chichén Itzá y en 1904 instaló una enorme draga en la orilla del cenote sagrado, que le permitió recuperar diversos objetos arqueológicos, los cuales envió al Museo Peabody violando la legislación mexicana que prohibía la exportación de antigüedades. Posteriormente y apoyada por el arqueólogo mexicano Manuel Gamio, la Carnegie Institution of Washington consiguió que el presidente de la República Álvaro Obregón firmara un convenio, autorizándola para que entre 1924 a 1954, realizara trabajos en Chichén Itzá. Miembros de esta institución fueron los investigadores Silvanus G. Morley y Eric Thompson. A partir de 1936 se retiró la Carnegie y los trabajos quedaron a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

El área de edificios mide 3 km de Norte a Sur y 2 km de Oriente a Poniente. Chichén estuvo comunicado al Poniente con la ciudad de Itzamatul, y a partir de Yaxuna, por un largo sacbé de 100 km al Oriente, con la ciudad de Cobá. Los edificios más famosos son: El Castillo o Pirámide de Kukulkán, de 60 metros por lado y 24 de altura, que encubre en su interior otra estructura más antigua. El Templo de los Guerreros: su basamento tiene 40 metros por lado y alcanza 12 metros de altura, lo conforman cuatro cuerpos escalonados formados cada uno por talud y tablero; los tableros presentan animales y figuras humanas en un estilo tolteca. La escalinata presenta alfardas con serpientes emplumadas, cuyas cabezas sobresalen en la plataforma superior y sirven de base a dos portaestandartes. El Observatorio o Caracol: situado sobre una plataforma de 65 por 50 m y 6 de altura; el edificio es cilíndrico, de 11 m de diámetro y 4 de altura, en su interior se observa una cámara con pequeñas ventanas utilizadas como puntos de referencia astronómica. El Juego de Pelota: mide 168 m de largo por 70 de ancho y se orienta de Norte a Sur. Adopta la típica forma de doble T que caracteriza a los juegos de pelota del altiplano mexicano. Está limitado en los extremos por muros y edificios, y flanqueado por plataformas de muros verticales. Otros de los edificios que conforman el sitio son: La Casa Colorada o Chichanchob, La Casa del Venado, el Akabdzib, Las Monjas, La Iglesia, Los Templos de los Dinteles; El Templo de los Falos; El Templo del Chac-mool; la Plaza de las Mil Columnas, El Baño de Vapor; El Mercado, El Templo de los Tigres y su anexo; el Tzompantli, La Plataforma de las Águilas y los Jaguares, La Plataforma de Venus y el Osario. Hay dos cenotes en el área, el sagrado, al Norte, destinado para las ofrendas a Chaac, señor del agua y de la lluvia, y el llamado Xtoloc, en el centro de la ciudad, arreglado para que de ahí se surtiera de agua a la población.