Cronología maya Para calcular el tiempo, todos los pueblos del mundo tomaron en el pasado un punto de referencia a partir del cual cuentan los años transcurridos. Los mayas hicieron lo mismo. Sin embargo, la numeración calendárica maya presenta una particularidad que requiere alguna explicación. No se forma a partir de un hipotético cero, sino de la posición de una cantidad en una casilla determinada (Véase: Numeración). Así, cuando en una fecha determinada leemos 9.15.0.0.0., estamos hablando de una fecha en el Baktún 9 de un Pictún determinado como si concibiéramos un siglo determinado de un milenio determinado. Para los mayas, el tiempo era, de este modo, eterno. Las fechas que conocemos sólo se refieren al tiempo transcurrido desde un lejano cambio de Baktún que, a partir de una referencia 13.0.0.0.0. (posible última creación del mundo), correspondía, según J. Eric S. Thompson, al 10 de agosto del año 3114 antes de nuestra Era y correspondía a un día 4 Ahau 8 Cumkú (Véase: Rueda Calendárica). Thompson también calculó que el inicio de la Cuenta Larga se dio en la fecha 7.5.0.0.0. que ya existe en la estela 2 de Chiapas de Corzo, en el valle del Grijalva (7.16.3.2.13-6 Ben, equivalente al 7 de diciembre del año 36 a.C.) y en la estela C de Tres Zapotes (7.16.6.16.18-6 Eznab) y que la Rueda Calendárica fue adoptada mucho antes. Esto nos sitúa en una época anterior a la cultura maya. Las fechas mayas del período Clásico están registradas en la llamada Cuenta Larga, compuesta de un Glifo Introductor que generalmente contiene el nombre de la deidad del mes en que cae la fecha terminal de la Serie Inicial o Cuenta Larga. Siguen luego los cinco números que indican el número de días transcurridos desde el día 4 Ahau 8 Cumkú del año 3114 de nuestro calendario, ejemplo: 9.12.2.0.16. 9 baktunes de 144,000 días igual a 1,296,000 días; 12 katunes de 7,200 días igual a 86,400 días; 2 tunes de 360 días igual a 720 días; 0 uinales de 20 días igual a 0 días; 16 kines de 1 día igual a 16 días; total 1,383,136 días
Este día de la fecha 9.12.2.0.16 correspondía al día 5 Cib 14 Yaxkin, por ejemplo, y se puede calcular dividiendo el número de días transcurridos entre 260, obteniendo así un residuo de 196 días transcurridos después del 4 Ahau del Tzolkin y que corresponde a 5 Cib. Asimismo, se divide la cantidad de días entre 365 obteniendo un residuo de 151 días transcurridos después del día 8 Cumkú del Haab y que corresponde al 14 Yaxkin. En las inscripciones, después de la Cuenta, viene una serie suplementaria o cómputo de la luna que indica la edad de la luna (luna nueva, por ejemplo), la posición del mes lunar corriente en el período lunar de medio año y, finalmente, la duración del mes lunar de 29 o 30 días. Por último, viene la serie secundaria que permite corregir el calendario o sea rectificar la diferencia existente entre el Año Vago de 365 días y el Año Trópico de 365.24. En este caso se indicaba, hacia adelante o hacia atrás, el número de días que faltaban o sobraban para llegar a la fecha solar exacta. Esta cantidad se indicaba en kines y uinales. Esta Serie Larga, aunque precisa, requería, sin embargo, de 10 glifos o signos.
En caso de que en una inscripción hubiese varias fechas, éstas ocupaban una porción muy importante del texto y desde el final del período Clásico se buscó una simplificación en el modo de escribir las fechas. Ésta se hizo conservando sólo el número del Katún y los cuatro glifos de los días, o sea, utilizando el ejemplo anterior: Katún 12, 5 Cib, 14 Yaxkin. Esta fecha no es tan exacta como la Cuenta Larga que tiene una precisión de 1 día en 374,440 años, pero sigue siendo muy exacta guardando una aproximación de 1 día en 19,000 años. Desde el Posclásico se reducen todavía más las inscripciones conservando su exactitud sólo dentro de un período de 256 años, llamándola Cuenta Corta o u Kahlay Katunob. Así, en lugar de indicar el Katún, se indicaba el día en que este Katún terminaba y el Tun en que ocurrió el hecho. En Yucatán, donde se utilizó este sistema, los días terminales de los katunes eran días Ahau con uno de los 13 números. Si cada Katún duraba 19.71 años trópicos, un número determinado de Katún no podía repetirse más que 19.71 x 13 igual a 256 1/4 años.
Una representación en forma de rueda aparece con el orden de los números en la obra de Landa, así como en los Chilames. Al parecer, este sistema se originó en un Katún 8 Ahau (9.0.0.0.0.-8 Ahau, 13 Ceh) y la plegadura o repetición se hacía después de cada Katún 8 Ahau, a los que se les daba el nombre de Uudz Katunob. Los katunes 8 Ahau eran considerados por los mayas como nefastos, ya que en cada una de estas fechas habían ocurrido hechos que transformaron su existencia. En uno de estos katunes había sido abandonado, por primera vez, Chichén Itzá; en el siguiente Katún 8 Ahau, los itzaes fueron obligados a abandonar Chakanputún. En el siguiente, Ah Xupán Xiu destruye el poderío Cocom de Mayapán. El último retorno del Katún 8 Ahau marcó la fecha de la caída de Tayasal, el último reducto de los itzaes. Su rey Canek había dicho a los padres Órbita y Fuensalida que todavía no era la época del cambio a la nueva religión. Era entonces un Katun 3 Ahau. Cuando el gobernador Ursúa llegó con sus pocos soldados ante Tayasal, los itzaes no ofrecieron una resistencia real y se desbandaron pronto, sabiendo posiblemente, por sus profecías, que había llegado la época del cambio de religión o sea, la derrota. La vida social y militar estaba muy ligada al calendario y a la historia pasada.