Ciénaga Cuenca de sedimentación conformada por terrenos fangosos condenados a la desecación y al ensalitramiento, producto del proceso de azolvamiento de los esteros, mismo que los conduce a la pérdida paulatina de su comunicación con el mar. En tal sentido, la ciénaga constituye una fase decadente o tardía de los esteros, que se caracterizan por su fisonomía de pantano salitroso y por sustentar una vegetación de manglar en avanzado estado de degradación, debido al cambio de las condiciones edáficas e hidrológicas del hábitat original. En las porciones de la ciénaga más cercanas al cordón litoral arenoso, donde el manglar se conserva en mejores condiciones, persiste una cierta lámina de agua durante buena parte del año. En Yucatán, la ciénaga ocupa buena parte de la franja de transición entre el cordón litoral arenoso y la tierra firme rocosa, tal como se observa en las inmediaciones de Sisal, Chuburná, Chelem, Progreso, Chicxulub, Telchac, Chabihau, San Crisanto, Dzilam Bravo, San Felipe, Río Lagartos y El Cuyo. En estas áreas la actividad económica principal, desde tiempos prehispánicos, ha sido la extracción de sal para aprovechar sus características naturales. Fray Diego de Landa señala en su Relación de las cosas de Yucatán que «esta ciénaga es tan salina que Dios ha criado allí de la mejor sal que yo he visto en mi vida… Después de pasadas las aguas cuatro meses o cinco, y ya que la laguna está algo enjuta, tenían los indios antiguamente la costumbre de ir a sacar sal…». Es frecuente observar en la ciénaga numerosas instalaciones salineras, dotadas con una sencilla infraestructura de estanques para el manejo y control de los flujos y reflujos de las aguas salobres del mar y los esteros.