Cervera Espejo, Alberto  (1929-1985) Nació y falleció en Mérida. Se graduó de abogado en 1954 y alternó el ejercicio de su profesión con el periodismo y el teatro. En 1951 fundó el grupo literario Voces Verdes, cuya revista del mismo nombre dirigió. Colaboró en diversas revistas y suplementos nacionales como Cuadernos de Bellas Artes, La Cultura en México, del diario Novedades, y Tramoya, de la Universidad Veracruzana y dirigió los suplementos locales Letras Yucatecas, del Diario del Sureste, Artes y Letras, del diario Novedades de Yucatán y la revista Juzgue. Representó al Departamento de Teatro del INBA en el sureste de México. En el Instituto Mexicano del Seguro Social (Delegación Yucatán) fungió como orientador de actividades artísticas e impartió durante muchos años la cátedra de arte dramático. Participó en congresos nacionales de historia y teatro, tema este último sobre el que dictó también conferencias. En el poder judicial del estado desempeñó los cargos de actuario, juez, magistrado y presidente del Tribunal Superior de Justicia. Entre los reconocimientos que recibió figuran: premio de la Asociación Nacional de la Publicidad por la mejor columna periodística del año (1972); diploma como Crítico de Teatro (1977), pergamino del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa y la Medalla Yucatán (1979). Estudió dirección teatral con Salvador Novo. Fundador y director del Grupo de Teatro Experimental La Casona. Obras publicadas: El derecho constitucional en Yucatán (1954), Lección y ejemplo de Juárez (1968), La obra legislativa del general Salvador Alvarado en Yucatán (1972), El teatro de la Revolución en Yucatán (1973), Cuando despierten los hombres mayas (1978), Historia del teatro y de la literatura dramática (en colaboración con Leopoldo Peniche Vallado) para la Enciclopedia Yucatanense (Tomo XII, 1981), El teatro indígena viviente (1983). Autor de las piezas en un acto: Graciela, Otra vez como antes, El señor juez y Aquellos viejos árboles con nidos, reunidos en el volumen 3, en un acto, 1977. Firmó algunos de sus artículos periodísticos con el seudónimo de «Alceres».