Cabildo Indígena En el siglo XVI, el poder colonial español, después de reducir en pueblos compactos a la población dominada en el Nuevo Mundo, mediante su política de congregaciones, gobernó indirectamente por el control de la institución española del Cabildo o Ayuntamiento Municipal, que consistía en un gobernador, un teniente de gobernador, dos alcaldes y cuatro regidores, cualquiera que fuese el tamaño del pueblo. Estos funcionarios eran electos localmente, pero tenían la obligación de residenciarse ante el gobernador, después de cada elección, lo que los obligaba a ser gratos a los ojos españoles. El gobernador, previo pago de derechos, confirmaba a los oficiales en sus cargos. Esta forma de gobierno relativamente independiente se conserva aún en los municipios contemporáneos de Chiapas y Guatemala, no así en Yucatán, donde se suprimió en 1868.
El autor de la teoría del Cabildo Indígena de Yucatán es el antropólogo estadounidense Philip C. Thompson y sus análisis, basados en los documentos del Cabildo de Tekantó, que descubrió en el Archivo Notarial de Mérida, así como en los documentos de Ebtún hallados por el etnohistoriador Ralph L. Roys, muestran que los mayas coloniales adaptaron el Cabildo al funcionamiento de las estructuras políticas prehispánicas, caracterizadas por el modelo cuatripartita, de cuatro grupos de individuos, que representaban a los cuatro barrios de los pueblos y rotaban entre ellos los cargos de gobierno al ritmo cíclico del calendario.
Los cargos de Cabildo. El cargo más elevado de la jerarquía era el de gobernador, que los mayas hicieron equivalente al del batab, jefe provincial, prehispánico (también llamado cacique por los españoles). De hecho, la continuidad del cargo del período Prehispánico al Colonial Tardío fue tan marcado que el uso del término batab llegó a ser más común que el de gobernador en los papeles de Cabildo. El cargo tenía un término de 20 años y sus funciones comprendían la totalidad de la administración de la República de Indígenas, especialmente la colecta del tributo. El cargo que seguía era el de teniente de gobernador o teniente de cacique y se ignora el período de ese cargo. Después estaban los alcaldes (jueces), organizados jerárquicamente. El funcionamiento de este cargo resulta muy interesante porque como no tenía antecedente prehispánico, los mayas coloniales no tuvieron otro remedio que integrarlo como un cargo comodín. Inmediatamente debajo de los alcaldes estaban los regidores (consejeros), quienes nunca servían más de tres períodos y representaban la continuidad del ah cuch cab prehispánico, antiguos jefes de barrio con funciones administrativas.
Funcionamiento. Con excepción del cargo de batab-gobernador, que tenía un término de 20 años, los cargos circulaban anualmente entre cuatro grupos, pero sólo cada tres años podían investirse por el mismo individuo. La rotación de los cargos era la única manera de asegurar que a lo largo del tiempo ningún grupo dominara un cargo más tiempo que otro, y para permitir que un individuo ascendiera un rango cada tres años la rotación tenía que seguir un orden inverso. Al parecer los grupos que controlaban los cargos de Cabildo representaban dos categorías de individuos: grupos de descendencia noble o almehen, quienes tendían a ocupar los cargos más altos y gente común, macehuales, quienes dominaban la jerarquía del cargo de regidor. Así, el modelo del funcionamiento del Cabildo era el siguiente: cuatro grupos de filiación común, emparentados, probablemente residentes en los cuatro barrios de un pueblo, controlaban los cuatro cargos de Cabildo sobre una base rotatoria. No obstante, en la práctica se producían desviaciones. Entre las anomalías que descubrió Thompson se cuenta el tráfico de posiciones, gracias al cual un grupo podía hacer avanzar más rápidamente a un individuo, es decir, sin tener que esperar los tres años legales. Para esto hacían arreglos con otro grupo sobre la base de una ganancia recíproca. Al parecer los más interesados en la circulación regular de los cargos eran los grupos de gente común. Los nobles, en cambio, eran los promotores de los arreglos, en su afán de escalar más rápidamente la jerarquía, seguramente porque se sentían con más derecho a investirla. Rotación calendárica. Cuando un batab asumía el cargo, lo hacía al principio de un ciclo que comenzaba con un año Kan. El patrón de 20 años, que equivale a un katún maya, muestra que la ideología del calendario regulaba la sucesión del gobernador del Cabildo. Lo mismo en el caso del cargo de regidor, el que como lo habían hecho los ah cuch cabes, se asumía al ritmo del cargador anual del año: Kan, Muluc, Ix y Cauac. Para verificarlo, Thompson tuvo la idea de proyectar el modelo cuatripartita sobre el Tzolkin, el calendario ritual de 260 días, como si fuera un círculo de 360 grados con ángulos de 65 grados. Así resultó que el modelo cuatripartita del poder es aplicable al tiempo y la territorialidad. También concluyó que el Cabildo se desdoblaba en un sistema de parentesco y alianza, necesariamente perturbado. La aplicación del modelo cuatripartita a las dinastías mayas prehispánicas muestra que el poder combinaba también el sistema de dos linajes y cuatro grupos que intercambiaban mujeres (tipo Kariera).