Confederación Patriótica Asociación fundada en Mérida después del restablecimiento de la Constitución de Cádiz en 1820. Debido al contenido liberal de dicho cuerpo legislativo, los antiguos partidarios del absolutismo advirtieron la conveniencia de modificar, por lo menos en apariencia, su orientación política. Por ese motivo ingresaron a la Confederación Patriótica que agrupaba a los liberales. Esta asociación la encabezaron quienes habían participado en el grupo político Los Sanjuanistas. También se ha explicado su surgimiento como consecuencia de la implantación de la masonería en la Península, acontecimiento que se sitúa en 1818. Si se considera que la masonería constituía una sociedad secreta, sus miembros no podían actuar como tales en las actividades de carácter público. Por ello, los liberales que se habían afiliado a las logias masónicas concibieron la idea de formar una organización que les permitiera actuar públicamente, y este fue el sentido con que surgió la Confederación Patriótica.
En aquellos días, Miguel de Castro y Araoz era gobernador y capitán general de la provincia de Yucatán, pero fue depuesto del cargo y pasó a ocupar su lugar Mariano Carrillo y Albornoz, quien era un integrante de la mencionada Confederación. Carrillo y Albornoz simpatizaba con el liberalismo, a diferencia de Castro y Araoz, que siempre se manifestó como un partidario de la política absolutista. Los miembros de la Confederación Patriótica y de la Diputación Provincial, que inicialmente habían apoyado a Carrillo y Albornoz, terminaron distanciándose de éste, ya que evidenció una conducta autoritaria. El nuevo gobernador destituyó al también recién designado jefe superior político Basilio María de Argáez y Meneses, nombrando en su lugar a Juan Rivas Vértiz. Este suceso ocasionó una división en la Confederación Patriótica. Vicente María Velázquez, Francisco Bates, Pedro José Guzmán y otros liberales, apoyaban a Carrillo y Albornoz, junto con el antiguo rutinero Francisco de Paula Villegas, quien era cura de San Cristóbal. Por su parte, Lorenzo de Zavala y José Matías Quintana, en alianza con otros individuos que anteriormente habían sido partidarios del absolutismo, se mostraron adversarios del gobernante de la provincia. Este enfrentamiento entre los liberales benefició a los antiguos rutineros de uno y otro bando, ya que se mantuvieron las cargas impositivas y las obvenciones que los indios tenían que cubrir periódicamente, sólo que esta vez los mayas ya no podían contar con el respaldo unánime de Los Sanjuanistas de otros tiempos. Asimismo fueron miembros distinguidos de la Confederación Patriótica los padres Manuel Jiménez Solís y Juan José González, también conocidos por sus sobrenombres de «El Padre Justis» y «El Lector González», respectivamente.