Comunidad maya Entre los mayas, como entre los mexicanos y los incas, los españoles encontraron comunidades agrícolas con población densa y estable, organizadas en grandes sistemas políticos regionales y estatales: los calpullis de los pueblos nahuas y los ayllus incaicos. A diferencia de las organizaciones al nivel de banda, con poblaciones nómadas, estas comunidades de agricultores facilitaron enormemente la Conquista, porque los españoles sólo necesitaban destruir el poder de la cúpulas y asentar el suyo. Generalmente, jugaron a oponer unos poderes contra otros para someter a todo el sistema político. No tenemos información directa de las estructuras de la comunidad prehispánica maya. Ni siquiera sabemos su nombre. La crónica del obispo Diego de Landa sobre los ritos del uayeb, la rotación entre los cuatro barrios o parcialidades de un pueblo «cargador del año» asociado a una deidad, un punto cardinal y un color, ha sido tomada como el modelo del funcionamiento de la comunidad prehispánica, con cuatro cargos políticos, ah cuch cab, de carácter rotatorio que circulaban entre las familias principales de cada barrio para organizar la colecta del tributo, las fiestas y la guerra, al tiempo que circulaba la transferencia de un año a otro. Con un modelo cuatripartita, esta interpretación destaca el entrecruzamiento de las nociones de tiempo, espacio y poder en la ideología de los mayas y sugiere una transmisión simbólica y anual de las tierras de la comunidad por parte de un señor territorial representado por los ah cuch cabo’ob. Pedro Carrasco, con base en información etnohistórica, ha mostrado que el calpulli era una división política organizada sobre el territorio y no sobre el parentesco como se había creído hasta entonces. Contrariamente, el parentesco destacaba la unidad y el poder de las familias nobles, de sus linajes, los teccalli, o casas señoriales, por lo que habría organizado la relación de un señor con sus tierras, parientes y servidores. Desde esta perspectiva, el término maya que equivale a calpulli es tzucul, un concepto de connotaciones territoriales y políticas.
Tzucul era cada uno de los cuatro barrios organizados bajo la autoridad política administrativa de un ah cuch cab, quien representaba a un barrio ante el conjunto del pueblo representado, a su vez, por el batab, con funciones ejecutivas y judiciales. Tzucul era igualmente una de las cuatro divisiones militares bajo el poder de un señor territorial. Así, las comunidades mayas o tzucules, como los calpullis, funcionarían con base en la residencia común, en la localidad que destacaba el poder político organizado a distintos niveles territoriales, en pueblos, provincias y estados. Efectivamente, la evidencia que tenemos de la existencia de los linajes mayas muestra que las relaciones de parentesco no podían asegurar el funcionamiento de las comunidades. Esta evidencia se relaciona con la prohibición de casarse con una persona del mismo apellido y con la obligación de ayudar al inmigrante del mismo apellido que se presentara en el pueblo, aunque fuera un perfecto extraño. La dispersión de los linajes hubiera sido, pues, la principal estructura del funcionamiento de la comunidad. El programa de congregaciones que llevaron a cabo los franciscanos, principales agentes del colonialismo español en Yucatán, eliminó las aldeas, compactó los barrios en pueblos y anexó dos o más pueblos a otros, subordinándolos a todos al pueblo central o cabecera. Así, el poder colonial desconoció las grandes unidades territoriales preexistentes. En efecto, la administración colonial organizó la colecta del tributo, la propiedad colectiva de la tierra, el culto público y el poder político de los jefes mayas, sobre la base de la localidad, lo que resultó en la creación de una nueva comunidad: la república de indios, representada por el cabildo indígena. Éste, en forma subrepticia, reprodujo el modelo cuatripartita de la transmisión de los cargos rotatorios conservando sus funciones económicas, calendáricas y religiosas, hasta su desaparición en 1868.