Col Palabra que proviene del latín caulis. Con este nombre y algunos derivados de él se conocen algunas plantas procedentes del Asia y cultivadas posteriormente en Europa, siendo introducidas a América en el siglo XVI. Este grupo de plantas pertenece al género Brassica, familia crucíferas, con tres especies, una de las cuales tiene diversas variedades. Las conocidas en Yucatán por sus nombres populares son: col común, B. oleracea L. var. acephala. Planta bienal o perenne, de 1 a 2 m de altura; tallo leñoso marcado por las cicatrices de las hojas que se desprenden; hojas lisas, gruesas, las inferiores grandes, redondeadas y pecioladas, las superiores son sentadas; flores de 2 cm de diámetro, color amarillo, delgado-pediceladas, en largos y abiertos racimos; fruto alargado de unos 6 cm de longitud, terminado en pico. Las hojas contienen sales de fósforo y de calcio y vitamina C; se utilizan en la confección de ensaladas. Col de Bruselas, B. oleracea L. var. prolifera (gemmifera (DC) Zenk). Tallo de 1 m de alto; las hojas son alternas y a pesar de ser numerosas no forman verdadera cabeza y se caracterizan porque en sus axilas se desarrollan unos brotes formando sus hojas una especie de roseta apretada casi redonda, de 2 a 5 cm de diámetro, que aparecen primero en la parte inferior del tallo hasta cubrirlo todo. Contienen sales de hierro, de fósforo y de calcio y buena cantidad de vitamina C. Por su fineza son exquisitas y acompañan como ensalada a muchos guisos secos.
Col morada. B. olleracea L var. capitata. Presenta las hojas grandes, gruesas y lisas, imbricadas fuertemente entre sí, formando un solo cuerpo que vulgarmente se conoce como «corazón» que se conserva casi blanco y tierno. Las hojas son de color morado y se consumen en ensaladas.
Col blanca o repollo. Mismo género, especie y variedad de la anterior, solamente que las hojas son blancas y en Yucatán se acostumbra designar como repollo, siendo cultivado con mejor éxito el repollo tambor, que es grande y de clase superior. Se usa principalmente para ensaladas, encurtidos, sopas, rellenados con carne, fritos, indispensables en potajes y puchero, etcétera. Tanto esta col blanca como la morada contienen, además de proteínas y carbohidratos asimilables, sales de hierro, fósforo y calcio ascórbico.
Coliflor. B. oleracea L var. botrytis De Candolle, subvar. cauliflora. Esta variedad se caracteriza por la cabezuela formada por los macizos y condensados grupos de flores mal formadas y sus pendúnculos. Souza Novelo consigna que se cultiva muy bien en los bagazales de henequén y que la sobreabundancia de la savia, subiendo a los retoños que nacen del tallo y a los botones de las flores, los transforma en una masa blanca granada o apezonada, que se levanta poco del suelo. Esta inflorescencia carnosa e hipertrofiada es lo que se llama coliflor. Contiene sales de hierro, calcio y fósforo y vitaminas A y B, pero sobre todo C. Se consume cocida y en Yucatán se usa en ensaladas y en diversos guisos como salsa blanca, adobada, rellena, capeada, con queso, frita, en caldillo, etcétera.
Colinabo. El nombre proviene obviamente de col y nabo, pero no significa que sea producto de ambos. B. oleracea L. var. gongyloides (B. campestris var. napobrassica De Candolle). Se caracteriza por tener el tallo muy ensanchado en la parte inferior, a lo cual se le llama raíz, que es dulce y sabrosa. En Yucatán se cultivan las variedades colinabo blanco, que es muy productivo y colinabo blanco de Viena, que es grande, blanco y de pulpa fina, de calidad superior y con pocas hojas, que cuando están tiernas pueden ser usadas en sustitución del repollo para preparar ensaladas. La raíz del colinabo contiene sales de hierro, de fósforo y de calcio y entre las vitaminas destaca la C.