Centro Cultural y Deportivo San Ignacio de Loyola Institución privada de beneficencia fundada en Mérida, en 1950, por Valentina Arrigunaga Peón en su domicilio, situado en la Casa de Montejo, para contribuir en la educación de niños de escasos recursos. En esta labor participaron también el sacerdote jesuita español Alfonso Castiello y Delia Rivadeneyra Aguilar. Tiempo después, se trasladaron a la antigua residencia de Hugo Molina Font, ubicada cerca del parque de La Mejorada, y luego a una casa propiedad de Joaquín Peón Aznar. En 1961 se arrendó un predio en la calle 62 norte, el cual fue adquirido en 1968 por Arrigunaga Peón, como local definitivo de la institución. Araminta Ailloud Arrigunaga de Goff y Merci Goff de Ravell se han encargado, sucesivamente, de promover las actividades del Centro. Su capellán es el presbítero Álvaro García Aguilar. El sostenimiento de la institución se basa en las aportaciones en tiempo y dinero de las familias patrocinadoras y en las contribuciones de los clubes de la Flor Nicté II y de la Flor Alhelí, entre otras asociaciones.