Casa de Amparo Nombre dado a lo que fue el Hospicio San Carlos. Comenzó a funcionar en un local de la calle 63 núm. 501 A. En 1824 el general Antonio López de Santa Anna ordenó que se alojase allí el Batallón 13 de línea, con lo cual el edificio sufrió gran deterioro. El cabildo tuvo problemas con la Casa de Amparo en 1826, por lo que intervino el presbítero Zepeda (albacea de Brunet) para recordar algunas condiciones, sobre todo la de recoger a los mendigos, lo que no había hecho el Ayuntamiento, a la vez que le solicitaba ayuda para cobrar lo que debían los gobiernos estatal y federal. En 1829 los nuevos representantes de los fundadores insistieron en lo de las condiciones, haciéndose algunas investigaciones al respecto; las aclaraciones tuvieron lugar dos meses después en una junta presidida por el gobernador Tiburcio López Constante. Algunos años más tarde, en la sesión del 18 de marzo de 1833, se aprobó nuevamente el cambio de nombre y desde entonces se denominó Casa de Beneficencia.