Cancioneros Colecciones en las que se recopila la letra de las canciones populares. De los cancioneros publicados en Yucatán, los más notables son El cancionero yucateco (Mérida, 1902) y El ruiseñor yucateco. Estos volúmenes contienen exclusivamente la letra de las arias, romanzas, dúos, tríos, cuartetos, coros, etcétera, y danzas, mazurkas, valses, guarachas, jaranas y otros ritmos, recopilaciones hechas por Juan Ausucua Alonso. La mayoría de los textos consignados corresponden a música de otros lugares y algunos de la propia. Entre los manuscritos de canciones debemos mencionar, en primer término, el de «Huay Cuc», escrito para guitarra y voz, que contiene Playera, letra de Justo Sierra; Las golondrinas, vals; El césped, Safiria, No llores, Blanca paloma y Ya sé que es inútil. En 1909 vio la luz el Cancionero de Chan Cil. Al mismo año corresponde El cancionero, recopilado por Felipe Ibarra y de Regil. En 1931 apareció otro Cancionero yucateco, impreso en Mérida y compilado y editado por Filiberto Romero Ávila y prologado por Horacio E. Villamil. En 1934 se editó el Cancionero de Ricardo Palmerín. Contiene solamente canciones de este compositor. Con motivo de la feria celebrada ese mismo año, se publicó Cantos de la tierra del Mayab, de Víctor M. Martínez Herrera, con prólogo de Guillermo Gamboa. Las obras tienen letra de Martínez Herrera y música de Carlos Marrufo Cetina, excepto el Romance de Hunaccel, cuya música es de Pepe Domínguez. Cada composición está precedida de una explicación histórica escrita por el propio Martínez Herrera. Todas las composiciones son de tendencia indígena, especialmente desde el punto de vista rítmico. En 1950 fue editado el Cancionero de Lalo Santa María, que contiene 220 canciones de autores yucatecos. En 1966 el ya citado Martínez Herrera editó el álbum Canciones de Yucatán.