Calendario de Espinosa Sin duda el más antiguo y el más importante de los calendarios yucatecos. Su primer número apareció en 1829 y fue editado y dirigido por la familia Espinosa durante 142 años, hasta 1970. Después de esta fecha, sus derechos fueron cedidos a la iglesia católica yucateca, apareciendo un número más en 1974, bajo la dirección del canónigo Fernando María Ávila Álvarez. Su fundador fue José Martín Espinosa de los Monteros, antiguo piloto mayor de la Armada Española, quien en 1818 estableció la primera Escuela de Matemáticas que hubo en Yucatán. Tuvo a su cargo el Calendario, entre 1828 y 1845, año de su muerte. Le sucedieron en la tarea editorial su hijo José Dolores Espinosa (1870-1902), Carmela Espinosa y Espinosa (1903-1905) y Luis Hernán Espinosa Sierra (1932-1970). Manuel también fue propietario de la Librería e Imprenta de Espinosa, la más importante de la Península hasta el primer decenio de este siglo, y responsable de expandir la circulación del Calendario a los estados de Chiapas y Tabasco y al territorio de Quintana Roo. En una sección llamada «Historietas de la Historia», del Almanaque de 1970, se afirma que la edición de 1920 fue la última que se imprimió en Nueva Orleáns, dato que hay que tomar con cierta reserva porque algún calendario de fecha anterior tiene pie de imprenta de Mérida; sin embargo, a partir de 1921, las ediciones del calendario se imprimieron en diversos talleres yucatecos.
En 1943, el Calendario tomó el nombre de Almanaque de Espinosa, hasta el final de su publicación. El Calendario, breve enciclopedia de la vida práctica, estaba especialmente configurado para el meridano, por sus editores y directores. Además de los datos relativos al año astronómico y civil, contaba con diversas secciones, unas fijas y otras variables, entre ellas el Santoral, el movimiento de los astros o sección astronómica, astrología, música, teatro, literatura, poesía, historia, anécdotas y curiosidades, cocina regional, agricultura, consejos e instrucciones a los campesinos yucatecos, avicultura, ganadería, etcétera. Muchas de estas secciones son de especial interés porque se refieren a asuntos yucatecos o relacionados con Yucatán. La colección completa del Calendario de Espinosa es sumamente rara, pues aun la que perteneció a sus propietarios, hoy en manos de la Universidad Autónoma de Yucatán, en la Unidad de Ciencias Sociales del Centro de Investigaciones Regionales Hideyo Noguchi, está incompleta, ya que le faltan los primeros años.