Cristo de las Ampollas El crucifijo original fue tallado en Ichmul a mediados del siglo XVII y sobrevivió al incendio de la iglesia en 1651. Según se relata, la cruz quedó carbonizada, no así la escultura, que permaneció íntegra aunque ennegrecida y cubierta de ampollas, por lo que se le llamó el Cristo Negro de las Ampollas. En 1656 el Cristo fue trasladado a la Catedral de Mérida y en 1717 se reglamentó su culto, aprobado por el Papa Clemente XI. Después del saqueo de la Catedral en 1915, la imagen fue llevada al cuartel de la caballería y destruida a golpes de hacha. En 1922 se instaló en la Catedral una réplica tallada en Querétaro, que en 1989 fue restaurada, cambiando el color negro por café oscuro, pero conservando las ampollas. Finalmente, otra réplica hecha en Mérida fue llevada en 1992 a Ichmul por el arzobispo y se colocó en el mismo altar donde originalmente estuvo. La escultura mide 1.16 m y la cruz 2.75 m. En Mérida, su fiesta se desarrolla entre el 28 de septiembre y el 9 de octubre, en la que los gremios entran por turno, día con día, a la Catedral, bajo sus respectivos estandartes, culminando el último día con una solemne procesión.