Cerámica maya El arte cerámico se inició en Suramérica y se difundió hacia el Norte, desde el año de 2700 a. C. A la Península yucateca llegó por allá del año de 1200 a. C., junto con grupos procedentes de Guatemala. De esta época es la cerámica monocrómica: negra, crema, rojiza, blanca o grisácea; con objetos tales como ollas, cuencos o escudillas sencillas, platos de paredes divergentes; vasijas con efigies de animales, a veces con vertedera, botellones, copas, incensarios, figurillas modeladas a mano con ojos perforados y aditamentos al pastillaje, sellos, silbatos, etcétera. Las técnicas empleadas podían ser el moldeado directo de la masa de barro con los dedos y el enrollado con tiras de barro que se van superponiendo y acomodando. La masa se preparaba con agua, barro y una arena llamada sac-cab (blanca-tierra) usada como desgrasante. El modelado se hacía utilizando el k’abal, pequeña tabla rectangular asentada en el piso sobre el cual se coloca un disco que es controlado con los pies. La cocción se realizaba al aire libre, utilizando una especie de caja de leña, donde se colocan las piezas y después se quema. Con el tiempo la alfarería evolucionó y se volvió predominantemente bícroma y polícroma, mejorando las formas y creando otras, como pectorales, instrumentos musicales, figurillas humanas como las de Jaina y vasijas decoradas con escenas y jeroglíficos. En esta época se usaba el horno para la cocción. Los primeros estudios para relacionar cronológicamente la cerámica maya fueron efectuados en Uaxactún en 1955, estableciéndose algunos tipos, tales como Mamon y Chicanel (400 a 300 a. C.) y Tzakol y Tepeu (300 a 1200 ). En Yucatán los tipos han sido nombrados: Dzibilchaltún y Komchén (1200 a 400 a. C.); Tihosuco (400 a 300 a. C.); Cochuah, Motul, Cehpech, Sotuta y Hocabá (300-1200) y Tases (1200-1550). Hay también otros nombres, según sitios y una subdivisión en fases dentro de cada tipo.