Casa de la Madre Obrera Institución de beneficencia privada, creada en octubre de 1938, a iniciativa de las damas de la Junta de Protección a la Madre y al Niño y con el apoyo económico inicial de la Secretaría de Asistencia Pública. La administración quedó en manos de Rosa Guerra de Escalante, presidenta de la Junta y principal organizadora. Se instaló en la casona que da su nombre a la glorieta San Fernando, en la calle 60 norte. Tuvo dos principales objetivos: proporcionar a las madres desamparadas casa, alimentos, ropa, servicios médicos y medicinas para ellas y para sus hijos, hasta los dos años de edad, y certificados que acreditaban sus conocimientos como cocineras, lavanderas, costureras, etcétera, demostrados previamente, para que pudieran trabajar. La institución proporcionaba comidas a domicilio, lavado de ropa y otros servicios; como se creó sin propósitos de lucro, las utilidades que obtenían —después de la liquidación de sus gastos de mantenimiento— eran distribuidas entre las asiladas. Se trabajaba en colaboración con el Centro de Asistencia Infantil, a cargo de José F. Díaz, donde había un departamento de maternidad; y con la Casa del Niño Pobre, que por módica cuota mensual, recibía a los niños mayores de dos años.