Medina Ayora, José María (1878-1968) Comerciante y político. Nació en Ticul, Yucatán. Llegó a Mérida siendo niño y, según relata Renán Irigoyen en su libro Crónicas de Mérida, 1980, la primera actividad comercial de Medina Ayora fue vender dulces, para ayudar a sus padres. Destacó en el campo de la venta de medicinas. En un principio, trabajó como empleado en el negocio farmacéutico de José Dolores Díaz, luego en las farmacias de Pedro Troncoso y Pedro Pablo Pinto. Su primer negocio particular fue la botica Bazar, inaugurada en 1904; más adelante, en 1932, estableció Las Dos Caras y el 1 de enero de 1936, Drogas, S.A. Logró adquirir también la botica El Gallito.
El principal producto elaborado por Medina Ayora fue el talco boratado Las Dos Caras, que aún se vende en la actualidad. Durante el gobierno de Enrique Muñoz Arístegui formó parte del Consejo Municipal o Ayuntamiento de Mérida y en el de Álvaro Torre Díaz fue designado presidente del Consejo Municipal de Mérida, cargo que asumió el 24 de diciembre de 1927. Antes había ocupado la presidencia de la Junta de Beneficencia Pública del estado. Fue presidente municipal de Mérida, de 1929 a 1930. Durante su gestión, se construyó la torre del reloj municipal y se hicieron modificaciones importantes a toda la fachada del edificio, construido en 1735. Esta torre fue inaugurada el 5 de mayo de 1929. En ese año se realizaron las mejoras al palacio del Ayuntamiento, consistentes en su remozamiento total, la decoración de los arcos del segundo piso, el medallón central y el escudo de la torre, trabajos que fueron hechos por los hermanos Tommasi López. Los escudos de la fachada en general fueron realizados por el escultor italiano Alfonso Cardone, en esa época director de la Escuela de Bellas Artes.
Medina Ayora donó al Museo Arqueológico e Histórico de Yucatán, el reloj antiguo que estuvo funcionando aproximadamente 60 años, sustituido por el que durante la administración municipal de Enrique Recio se importó de Europa; además, obsequió una colección de ocho retratos con ricos marcos y cristales de los ex gobernadores: Manuel Cepeda Peraza, Daniel Traconis, Eligio Ancona Castillo, Manuel Cirerol, Manuel Romero Ancona, Octavio Rosado, Guillermo Palomino y José A. Cepeda Peraza. Colocó la primera piedra de la avenida Reforma, en el cruzamiento de las calles 53 y 72, donde terminaba la pavimentación de la ciudad. De este cruce hasta la avenida Cupules, frente al asilo Celaráin, se puso cobertura a la calle 72. Atacó a la Compañía de Electricidad de Mérida de propiedad inglesa, por parecerle demasiado altas las tarifas cobradas por el consorcio inglés. A principios de 1926, fue designado gerente de la Lotería del Estado. Con él se inició el sorteo de casas, adicionales a los premios mayores. Al billete se anexaba un cupón que participaba en la rifa de las casas. Así fue como surgió el reparto José Dolores Patrón, conjunto habitacional con 104 viviendas. Este reparto contó con los servicios de la Escuela Plutarco Elías Calles y un mercado.
En 1930, al tomar posesión del gobierno, Bartolomé García Correa lo designó tesorero general del estado, por lo que renunció a la dirección de la Lotería y a la presidencia municipal. Posteriormente, se dedicó por completo a sus actividades farmacéuticas. En 1935, fue electo presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Mérida, año que coincidió con la visita del entonces candidato a la presidencia de la República, Lázaro Cárdenas. Durante su gestión manifestó la necesidad de construir un muelle en el puerto de Progreso, indispensable para darle mayor vitalidad al comercio de Yucatán. Textualmente Medina Ayora manifestó en su informe correspondiente al año citado: «Podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, que el problema de mayor trascendencia para nuestro comercio, de más ingente vitalidad e imprescindible necesidad, es el que se relaciona con la construcción de un muelle en Progreso con las características indispensables para facilitar con eficacia y economía las operaciones de carga y descarga. Imbuidos, pues, en esta creencia, nos propusimos hacer ciertas ofertas irrealizables o displicentes desengaños, emprender denodada campaña en pro de obra tan meritoria».
Las gestiones realizadas por la Cámara, a través de su presidente, culminaron en 1936 con la firma dinamarquesa Christian and Nielsen, que presentó el proyecto definitivo. Éste consistía en la construcción de 1,930 metros de muelle, con anchura de 9, con excepción de los últimos tramos en donde se instalarían las oficinas de la Aduana, los almacenes, grúas de descarga, etcétera. Medina Ayora fue conocido popularmente como «Don Tatan».