Maristas

Maristas  Congregación religiosa originada en Francia y fundada por el sacerdote Marcelino Champagnat en 1817, para promover un proyecto de educación cristiana, destinado principalmente a los niños. Estos religiosos llegaron a México en 1899 y en Guadalajara, Jalisco, establecieron el primer colegio marista. Ese año, el 20 de octubre, desembarcaron en Progreso, Yucatán, los primeros cinco hermanos maristas, invitados por las familias Regil, Peón y Casares, para iniciar una labor educativa y apostólica en la entidad. Fueron recibidos en el puerto por el Comité Pro Colegio Marista, integrado por destacadas familias yucatecas y representado por Ignacio Peón y Peón, Bernardo Cano y Castellanos, Benito Aznar Santamaría, José Vales Castillo, Nicolás Cámara Luján y Alfredo Regil Casares.

Los hermanos Armancio, Paxentius, Magno, Tommassi y Ligorio se trasladaron por tren a Mérida y se hospedaron el primer día en la Villa Donata, residencia de la familia Regil Casares, ubicada en Paseo de Montejo. Para iniciar su labor en Yucatán, recibieron el apoyo de los Paúles de Nuestra Señora de Lourdes y de inmediato se les confió la atención de una pequeña escuela, fundada por Rafael de Regil y sostenida por las Conferencias de San Vicente, llamada Escuela de San Rafael. En ella abrieron una sección nocturna para obreros, y posteriormente establecieron la Escuela de Artes y Oficios de San José, más conocida como El Telar, en el barrio de San Cristóbal. Ahí instalaron modernos talleres de artes gráficas (tipografía, linotipia, litografía, fotograbado, triconomía y estereotipia), carpintería, carrocería, ebanistería, herrería, maquinaria y fundición, principalmente. También se hicieron cargo del Colegio Católico de San Ildefonso, anexo al Seminario Conciliar.

A partir de 1901, por gestiones del arzobispo de Yucatán, Martín Tritschler y Córdoba, abrieron la escuela gratuita del Sagrado Corazón de Jesús, donde se impartieron cursos diurnos para niños y nocturnos para obreros, así como una escuela en el barrio de San Juan y otra más, en 1903, en el de Santa Ana. En 1902, los Hermanos Maristas inauguraron el Colegio de Enseñanza Primaria para Varones San Luis Gonzaga, en Valladolid; el de la Inmaculada Concepción, en Maxcanú, y el de Nuestra Señora del Rosario, en Motul. También se estableció bajo su atención el Colegio Católico de Motul, fundado por gestiones de la señora Joaquina Peón y Peón. En 1905, el arzobispo Tritschler reabrió el Colegio Católico de la Sagrada Familia, de Espita, fundado en 1901 con el apoyo de la familia Erosa Echeverría, y lo puso en manos de los maristas, quienes lo atendieron hasta el 31 de julio de 1912, cuando fue clausurado por el gobernador Nicolás Cámara Vales. Asimismo, la congregación extendió su labor docente hasta Ticul, donde en 1907 fundó el Colegio de San Antonio de Padua.

Durante los primeros 15 años de estancia de los Hermanos Maristas en Yucatán, la fiebre amarilla cobró varias vidas entre ellos. De 1901 a 1912, fallecieron Alfonso de Jouglar, Julio Fainé, Emilio Eynard Desspeises, Agustín Vidal, León Revol, Rafael Raymundo Plá, Alain Davine, Doroteo Garrión, Francisco Marsol y Ángel Eduardo Madera. En 1914, a causa del estallido de la Primera Guerra Mundial, varios maristas regresaron a Francia para continuar su labor en el campo de batalla. Paralelamente, la persecución religiosa, emprendida durante el gobierno de Venustiano Carranza, obligó a la congregación a retirarse de la entidad y sus escuelas fueron cerradas.

En 1930, por gestiones del Arzobispo de Yucatán, Dr. Martín Tritschler y Córdoba, los Maristas regresan a Yucatán y fundan el Colegio Montejo en el predio número 512 de la calle 63. Los Hermanos fundadores de esta segunda época fueron: Luis G. Quiroga, Salvador León Méndez Arceo, Alejandro García González y José Sámano Zamora. La inscripción inicial fue de 35 alumnos y el primer niño inscrito fue Álvaro Domínguez Juanes.

En 1936 se hace cargo de la dirección el H. José E. Santana, quien durante 9 años ejerció con singular acierto. A él le tocó la época de la educación socialista, durante el mandato como presidente del Gral. Lázaro Cárdenas, y también la difícil época de la Segunda Guerra Mundial. El gran número de alumnos que deseaban estudiar en el colegio marista hizo que se buscara con premura un local más adecuado y se encontró en una espaciosa quinta de la familia Gutiérrez, ubicada en la calle 60 número 346. Después de haber fundado el Grupo Uno de los Scouts, el Colegio Montejo Anexo para niños de escasos recursos y el Comité de Escuelas Particulares para la Alfabetización, uno de los principales problemas de México en aquellos años, el H. José Santana recibe de sus superiores un nuevo encargo.

El nuevo director fue el H. Juan Mendoza, pero dado lo quebrantado de su salud solamente ejerció durante 2 años y cedió la dirección al antiguo maestro H. Vicente Victoria, gran impulsor de los catecismos y obras sociales en las colonias marginadas. La gestión del H. Vicente dura de 1947 a 1953, año en que nuevamente la creciente demanda obliga a cambiarse de local. En esta ocasión, el Colegio Montejo se constituye en los antiguos terrenos del campo de beisbol de Itzimná. Justamente cuando iba a ser inaugurado, el H. Vicente recibe órdenes de trasladarse a Orizaba a fundar un nuevo colegio marista. Lo sucede en la dirección el H. Alfonso González Aguilar, quien la ejerció hasta 1955.

El H. José Ibáñez Gutiérrez, de origen español, se hace cargo de la dirección durante tres años, al término de los cuales retornó al cargo el H. Vicente Victoria. Comienza entonces a escucharse la petición de la sociedad yucateca respecto de una sección de bachillerato. Por fin, en 1960, los superiores maristas autorizan esta nueva sección y toca al H. Ramón Pedroza Pardo fundar la preparatoria, esta vez con el nombre de Centro Universitario Montejo.

La Preparatoria del CUM, que inicialmente laboró en el mismo local de Itzimná, se ganó rápidamente la simpatía de la sociedad yucateca y su creciente número de alumnos obligó a la construcción de un nuevo edificio, que se empieza a levantar a la vera de la carretera Mérida-Progreso, a unos pasos de lo que fue el complejo cordelero de Cordemex.

Al término de la gestión de Vicente Victoria, el H. Bruno Cortés Ramírez se hace cargo de la dirección, a quien posteriormente sucede el H. José Guadalupe Romero Torres y a éste nuevamente el H. Bruno. En 1971 se inaugura el nuevo edificio que da cabida a la secundaria y a la preparatoria en la carretera Mérida-Progreso, quedando el local de Itzimná exclusivamente para la primaria.

En períodos sucesivos y posteriores al H. Bruno, dirigieron el CUM los HH. Ramiro García González, Horacio Hernández Escobedo, Abelardo Leal Rodríguez, José Guadalupe Padilla Lozano, Manuel Franco Jáuregui y nuevamente el H. Abelardo, quien es el actual director. En 1996, y encabezados por el H. Franco Jáuregui, un grupo de ex alumnos solicita la fundación de la Universidad Marista. El 2 de septiembre de 1996 se inaugura el Centro Marista de Estudios Superiores, nombre oficial de la nueva Universidad Marista, con seis programas de licenciatura. Su primer rector es el Dr. Juan Carlos Seijo Gutiérrez.

Por fin, en septiembre de 1999, año en que se celebra el centenario de la llegada de los primeros HH. a México y a Yucatán, la Universidad Marista estrena su nuevo local, a la vera del Anillo Periférico, muy cerca de la carretera a Progreso, con osho programas de licenciatura y 750 alumnos. Su lema es «Ser para servir» (Véase: Colegío Montejo).

En una muestra de gratitud de la sociedad yucateca, la avenida ubicada al norte de las instalaciones del CUM lleva el nombre de San Marcelino Champagnat, fundador de la congregación, y en el cruzamiento con la calle 60 norte esa vía luce un monumento dedicado a la obra marista.

Hoy en día los colegios maristas de Mérida tienen la siguiente matrícula: Colegio Montejo, 800 alumnos; CUM, 1,200; Joaquín Peón Aznar, más de 450, y la Universidad Marista, 750. En total se han graduado más de 4,000 niños y jóvenes yucatecos.