Mico de noche

Mico de noche  (En maya, akabmaax), Potos flavus. Mamífero de la familia de los prociónidos que se caracteriza por ser uno de los dos carnívoros de cola prensil existentes en el mundo y el único del Continente Americano. Se le conoce también como martucha, marta, oso mielero, micoleón y kinkayú. Su aspecto general recuerda al de un mono, con pelaje aterciopelado aceitunado, amarillento o rojizo, orejas pequeñas y redondeadas, ojos grandes y saltones con pupila redonda e iris oscuro, cuerpo robusto y alargado, patas cortas, uñas curvas y puntiagudas, cola más larga que el cuerpo y una enorme lengua de hasta 14 o 15 cm de longitud. Medidas: cabeza y cuerpo, 42 a 52 cm; cola, 46 a 54 cm; peso, 2 a 3 kg. Se le encuentra en las selvas altas y medianas de la Península de Yucatán y su área de distribución general abarca desde el trópico mexicano hasta Suramérica. El nombre común del mico de noche proviene de su aspecto y sus hábitos nocturnos. El de oso mielero, de su afición a beber la miel de colmenas silvestres auxiliándose con su larga lengua, que también le sirve rara extraer la pulpa de los frutos. Es esencialmente frugívoro, pero su dieta incluye insectos y en ocasiones huevos, pequeños mamíferos y avecillas. Al parecer, igualmente lame el néctar de las flores. Es solitario, pero donde abunda el alimento llegan a formarse congregaciones no organizadas de regular número de individuos. Es de hábitos nocturnos y se mueve preferentemente por lo alto de los árboles, asiéndose de las ramas con la cola, aunque no columpiándose. Tales hábitos dificultan las observaciones científicas y se sabe poco sobre sus hábitos en libertad. Se adapta fácilmente al cautiverio y es dócil y juguetón, aunque puede reaccionar con fiereza si se le hostiga. Se ha registrado en el zoológico una longevidad de más de 23 años. No es objeto de cacería, puesto que ni su piel ni su carne se aprovechan y tampoco se capturan muchos ejemplares para conservarlos como mascotas —lo cual, por lo demás es ilegal— ya que resulta poco divertido, por dormir casi todo el día. Se ha visto afectado por la destrucción de la selva alta o mediana, que es su hábitat preferido, pero sus poblaciones no parecen haber disminuido al punto que se le pueda considerar amenazado.