Mac Gregor, Juan Luis (¿-1841) Naviero y empresario. Nació en Charleston, Carolina del Sur, Estados Unidos de América y falleció en Campeche. No se tiene la fecha de su nacimiento y no hay noticia precisa de cuándo se radicó en Campeche. Víctor Suárez Molina dice que debió haber sido a principios del siglo XIX o tal vez antes, pues en 1810 figuraba entre los principales navieros del puerto y era propuesto en primer lugar a las Cortes de Cádiz, como candidato para formar parte de los miembros del Consulado de Comercio que se pretendía establecer en Yucatán. Para sus operaciones marítimas utilizaba las bases de Campeche y El Carmen. Los barcos de su propiedad, los que fletaba o aquéllos de los que era consignatario, partían de estos dos puertos para Nueva Orleáns, Nueva York, Panzacola, Charleston y otros puertos de Estados Unidos, de las Antillas y de Suramérica, llevando productos yucatecos y trayendo mercancías de todas clases, de aquellos lugares. Las mercancías que llevaban los barcos eran cueros al pelo, sombreros, suelas, vaquetas, zapatos, panela, manteca, puros, arroz, cacao, henequén en fibra, sacos, cordeles, guindaleras, jarcias, cabos y otros productos de henequén, sal, pescado y palo de tinte, que dio fama internacional a Campeche al ser conocido como: palo de Campeche; también se dio el nombre del puerto al «hilo de Campeche» como se le llamaba en España al henequén, donde además, era apreciada la sal y la cera de Campeche. Por su labor como naviero y armador, Mac Gregor tuvo oportunidad de hacer amistad con Pedro Sainz de Baranda, campechano de figura destacada en la Marina de España y de México y lo invitó a emprender el negocio de mayor envergadura realizado hasta entonces en Yucatán: montar una fábrica de hilados y tejidos de algodón, con lo más moderno en equipo industrial; que fue la primera de su tipo, movida por vapor, en todo el país. Así surgió la Aurora Yucateca. El 8 de marzo de 1833, el Congreso del Estado concedió a Mac Gregor y Baranda un monopolio por cinco años para instalar maquinaria textil movida por vapor, en la Península. Las comunicaciones terrestres en aquella época eran muy deficientes, y como medida inicial tuvieron que mejorar los caminos de Sisal a Mérida y a Valladolid, para llevar a este último lugar la pesada maquinaria que transportaban en carros traídos desde Nueva York hasta el oriente de Yucatán. Esta fábrica fue levantada frente a la plaza del barrio de la Candelaria en Valladolid. Los productos básicos elaborados eran el hilo y la manta. La fábrica fue destruida en su totalidad durante los albores de la sublevación indígena en 1847.