Murciélago Nombre común del único mamífero volador; en maya, zotz. En la Península de Yucatán se han registrado alrededor de 50 especies pertenecientes a numerosos géneros voladores englobados en ocho familias del orden de los quirópteros. Este nombre griego significa: manos con alas. Esta gran diversidad, además de su numerosa población, se debe a la abundancia de insectos y a la vegetación tropical, base de su alimentación, y a la gran cantidad de cuevas y cenotes que le ofrecen refugio, consignándose que también duermen en árboles y edificios. De todas las especies registradas en Yucatán, sólo dos se alimentan de sangre. (Véase: Vampiros). En general puede decirse que los murciélagos tienen una gran importancia para la estabilidad y conservación de los ecosistemas tropicales. Entre sus beneficios se puede anotar que exterminan enormes cantidades de mosquitos, cucarachas y otros insectos dañinos; diseminan las semillas de los frutos con que se alimentan, contribuyendo así a la propagación de numerosas especies vegetales; los polinívoros se alimentan de flores que abren sus corolas durante la noche y no pueden ser polinizadas por los animales diurnos. Entre los pocos daños que causan los murciélagos hematófagos está la transmisión del derriengue o rabia del ganado vacuno; que en su guano acumulado en algunas cavernas puede proliferar el Histoplasma capsulatum, hongo que causa la histoplasmosis humana o enfermedad de las grutas y que las paredes de los corredores abiertos al exterior se ensucian por sus deyecciones. Otra característica notable de los murciélagos es su sistema de sonar: emiten chillidos de alta frecuencia y escuchan el eco de rebote; algunas especies pueden detectar una diferencia en la demora del eco de 69 a 98 millonésimas de segundo; los impulsos eléctricos son emitidos por las neuronas del centro auditivo cerebral del animal, dando información del movimiento, distancia, velocidad, rumbo, tamaño y forma de sus presas; al emitir pulsaciones de distintas frecuencias, el animal detecta más detalles; mientras cazan en grupos, evitan las colisiones emitiendo semitonos; obviamente, este sistema les permite localizar y evitar chocar con cosas y objetos, como paredes ramas, y otros animales, que interfieren en su vuelo, pudiendo cambiar instantáneamente de dirección y velocidad. Entre las principales familias y algunas de sus características, se pueden citar a: emballonuridos. Muchas especies poseen en las alas unas bolsas glandulares que producen una secreción de fuerte olor; varias especies duermen entre el follaje de los árboles; algunas son muy pequeñas, como el murciélago trompudo Rhynchonycteris naso, que mide apenas 3 cm de la cabeza a la cola y pesa 3 g.
Molosidos. Por su larga cola se les llama murciélagos coludos, como Tadarida brasiliensis, de unos 30 cm de envergadura y 9 a 14 g de peso; de alas estrechas, vuelo veloz y muy ágil, llegando a grandes alturas en busca de insectos; llega a formar inmensas congregaciones hasta de 100,000 individuos en las cuevas y cenotes; su excremento es un magnífico fertilizante. Noctilionidos. Sólo existe una especie, el curioso murciélago paseador Noctilio leporinus, que mide unos 13 cm y las alas largas y estrechas alcanzan hasta 50 cm de envergadura; vuela a ras del agua sobre marismas y esteros para capturar pequeños peces que nadan en la superficie y crustáceos acuáticos, ensartándolos con sus agudos espolones. Filostómidos. Representada por numerosas especies con nombres vulgares como murciélago de espada o de nariz de lanza, en alusión al rasgo distintivo que es una protuberancia carnosa en forma de hoja sobre la nariz. Entre las especies notables se pueden mencionar el murciélago nectáreo, Glossophaga soricina, que es polinívoro y tiene una larga lengua con papilas que le dan el aspecto de un pincel y que introduce en las flores mientras se sostiene aleteando en el mismo sitio como un colibrí; otra especie importante es el murciélago zapotero, Artibeus jamaicensis, muy abundante, frugívoro. Vespertiliónidos. Esta familia es la que tiene mayor cantidad de especies en el mundo. Inician su actividad en el crepúsculo; son insectívoros y poseen dientes puntiagudos como agujas para perforar y triturar el caparazón de los insectos; también se caracterizan por tener muy desarrollada la llamada membrana interfemoral, que se extiende entre las patas traseras y se pliega hacia adelante como una bolsa para ayudar a recoger insectos al vuelo. Entre los más comunes están el rojo Lasirus borealis que duerme entre el follaje y alcanza unos 30 cm de envergadura; el murciélago ratón Myotis nigricans, de pequeñas dimensiones, y el enano, Pipistrellus subflavus, que es de los primeros en iniciar sus correrías y puede verse incluso antes de ponerse el sol. Por razones místico-religiosas, el murciélago tiene relevante lugar en las creencias indígenas prehispánicas de América, desde el sureste de Estados Unidos de América (hopis, zuñis) hasta Argentina (patagones, araucanos). Por el hecho de vivir en cavernas y tener actividades nocturnas, el murciélago es considerado como representante del inframundo. En el calendario maya yucateco hay un mes que lleva el nombre, zotz, y un grupo étnico de Chiapas es el tzotzil. En todas las representaciones plásticas (glifos, mascarones, cerámica, pintura) aparece la efigie con la protuberancia carnosa sobre la nariz o sea el Antibeus de la familia filostómidos.