Maldonado, Pablo (¿-1592) Fraile franciscano. Nació en la villa de Cifuentes, España. Tomó el hábito en la provincia de Castilla. Llegó a Yucatán junto con fray Lorenzo de Bienvenida. Según refiere fray Bernardo de Lizana, en su Historia de Yucatán. Devocionario de Ntra. Sra. de Izamal y conquista espiritual, aprendió muy bien la lengua maya, con la cual predicó y enseñó el evangelio a los indígenas. Sin embargo, tras permanecer poco más de 14 años en Yucatán, consideró que no estaba suficientemente preparado para desempeñar sus labores religiosas. Obtuvo autorización para regresar a España, para continuar sus estudios, los cuales realizó en Alcalá de Henares, donde vivió 10 años. Al concluir su preparación teológica, decidió volver a la provincia de Yucatán, que le envió poderes para que a su retorno trajera a otros religiosos. El rey concedió el permiso y de inmediato Maldonado comenzó a reunirlos. Conformado el grupo por cerca de 30 frailes, en 1592 se trasladó con ellos a Sevilla. Empero, Maldonado nunca pudo llegar a Yucatán, debido a que el barco donde viajaba, naufragó. Al respecto, dice Lizana: «Era natural de la villa de Cifuentes, donde tenía una hermana religiosa, que hacía el Señor muchos milagros por ella: llamábase a lo que creo, la madre Concepción; esta santa monja, su hermana, llendo este bendito religioso a despedirse de ella, le dijo que no volviese a las Indias, que el Señor no se servía de ello; y él le dijo que hacía escrúpulo de no volver a las conversiones, y administración de los indios, porque era grande lengua, y había estudiado para este fin; mas su santa hermana le dijo: hermano, no vaya, que el Señor no se sirve de ello; y replicando el hermano otra vez, le respondió la santa monja: pues vaya, que no ha de llegar allá. Siguió, pues, su viaje este buen religioso con sus frailes y embarcados, llegó a la Isla Española, al puerto de Ocoa, donde hacían agua las flotas, y allí murió cumpliéndose la profecía de la hermana santa…»