Movimiento Familiar Cristiano Este organismo religioso se constituyó en Mérida en 1961 por el canónigo Fernando Ávila Álvarez. Se originó en Chicago en 1947. Entre sus objetivos está promover los valores humanos y cristianos dentro de la familia integrada por padres e hijos. Los primeros directivos del movimiento en Mérida fueron Ernesto Molina García y Elsa Medina Patrón como presidentes, (1961-1966); Eduardo y Fausta Puerto y Puerto, secretarios; Nicolás y Josefina Gutiérrez Pinkus, tesoreros; Andrés y Ana García Lavín, protesoreros; Armando y Cotoya Rodríguez Cicero, comisionado de preequipos y el presbítero José Jesús López Ortega, asistente eclesiástico diocesano. Los equipos que constituyen este movimiento están formados por cinco u ocho matrimonios al frente de los cuales funge, en calidad de centro de servicio, nunca como autoridad de mando, un matrimonio coordinador que conduce las reuniones y un sacerdote asesor. El servicio que brindan a la comunidad católica consta de un ciclo básico de formación, que ofrece a los matrimonios su crecimiento y proyección a la comunidad; círculo de novios, que busca ayudar a los jóvenes a vivir un noviazgo auténtico y sincero, para que apoyándose en el diálogo y estudio de sus temas puedan mejorar como pareja; pláticas prematrimoniales, que encuentran ayuda a los futuros esposos para educarse en el amor y prepararse para la paternidad y maternidad responsables y encuentros conyugales, cuya función es cooperar para que los matrimonios se integren más como pareja y familia. Han sido asesores del movimiento, los presbíteros: Santiago Alberto Castillo Aguilar, Eduardo José Rosado Lugo, Lázaro Pérez Jiménez, Miguel A. Castillo y Luis Fernando Góngora y Góngora. En 1992, estaban afiliados dos mil matrimonios y este Movimiento tenía grupos organizados en varias parroquias de Mérida y del resto del estado.