Monumento a la Madre  Este monumento fue esculpido en 1928, por André Lenoir, hijo del famoso escultor francés del mismo nombre, a iniciativa de la Liga de Acción Social. Esta obra es copia fiel del célebre grupo escultórico Maternité, creación de André Lenoir, padre. Gonzalo Cámara Zavala, presidente de la Liga, propuso el 28 de marzo de 1927, que en vez de limitar el homenaje a las madres a simples festividades, se debía perpetuar su enaltecimiento mediante la construcción de una obra de arte. Presentó a la agrupación que presidía el proyecto de adquirir una réplica del célebre grupo escultórico Maternité, de París, Francia. El proyecto contó con la aprobación de los integrantes de la Liga, pues esta obra reunía los requisitos para dejar constancia del valor universal de quien da la vida. Los socios de la agrupación determinaron que el lugar adecuado para erigir el monumento fuera el parque Morelos, el cual se ubica entre las calles 57-A y 59, al norte de la iglesia de La Tercera Orden. Esta decisión contó con el respaldo de las autoridades. Tras realizar las gestiones correspondientes para lograr su propósito, el 10 de mayo de ese año se colocó provisionalmente una columna con la placa correspondiente, indicando el objetivo de la Liga de levantar en ese lugar el monumento. El tema de la obra es una actividad cotidiana de una madre con sus hijos: el momento en que la mamá se prepara para bañar a su hijo menor y cariñosamente contempla a otro de sus hijos mayores, quien a su vez toma la mano de su hermanito y se inclina ante él para darle un beso en la mejilla. Las figuras son de tamaño natural y elaboradas con mármol blanco.

La obra se recibió en el puerto de Progreso el 3 de octubre de ese año; fue enviada por medio del vapor estadounidense «México». Este monumento se erigió por suscripción pública y fue donado a la ciudad y puesto al resguardo de la autoridad municipal, en aquel entonces, José Medina Ayora. Se inauguró el 12 de octubre de 1928 por el gobernador Álvaro Torre Díaz. La construcción del pedestal que sostiene el grupo escultórico estuvo a cargo de los hermanos Tommasi. Fue cincelado en piedras amarillas procedentes de las canteras de Ticul; los mismos artistas cincelaron la placa conmemorativa al relieve con sus cuatro rocetas de metal. En una de las caras del pedestal se colocó una lápida de mármol en la que se lee: «Este monumento fue erigido en homenaje a las Madres, por suscripción pública, a iniciativa de la Liga de Acción Social, quien lo donó a la ciudad de Mérida. —12 de octubre de 1928—». Abajo de esta leyenda hay otra, en francés, que traducida dice: «Reproducción del modelo original perteneciente a la ciudad de París». Como fue una obra hecha con aportaciones de los meridanos, la Liga publicó los ingresos y egresos en el Diario de Yucatán el 14 de diciembre de ese año. El total de ingresos fue de 8 956.22 pesos y de egresos 8,995.43 pesos.