Molina y Bastante, Julián Hacendado y comerciante. Nació y murió en Mérida, Yucatán. Se dedicó a la industria del tabaco, convirtiéndose en un próspero hacendado y comerciante de Bolonchenticul, donde figuró como uno de los principales vecinos cuando se promulgó la Constitución de 1812, de la cual fue partidario. De este hecho, derivó el que fuese electo presidente del Ayuntamiento de dicha población. Al llegar a Yucatán el decreto de Fernando VII que abolió la Constitución vigente, fue restablecido el gobierno absoluto, y Molina con sus compañeros del Ayuntamiento, se negaron a promulgar y acatar tal disposición. Por esta actitud, el subdelegado, Cristóbal Brito, los procesó y envió custodiados, primero a Hecelchakán, cabecera de la subdelegación, y luego a Mérida, en cuya cárcel pública estuvieron presos hasta 1817, en que se les liberó. Durante ese lapso, Julián Molina sostuvo a su familia y ayudó económicamente a sus compañeros de prisión, acto que lo obligó a realizar fuertes desembolsos que menoscabaron su fortuna. Según refiere José María Valdez Acosta en su libro A través de las centurias, Molina y Bastante siempre contribuyó a la causa por la independencia de la Península y cuando ésta pudo alcanzarse se retiró a la vida privada.