Moreno Cantón, Delio (1863-1916) Abogado, poeta, novelista, dramaturgo y periodista. Nació en Valladolid, Yucatán, y murió en la Ciudad de México. Realizó sus primeros estudios en el Liceo Hidalgo, colegio particular vallisoletano que dirigían Antonio y Rodolfo Menéndez de la Peña. Posteriormente, en 1877, fue enviado por sus padres a Mérida para que continuara su educación; fue inscrito en el Colegio Católico de San Ildefonso y luego se le trasladó al Colegio de Enseñanza Primaria y Secundaria, de carácter laico, dirigido por Benito Ruz y Ruz, quien más adelante lo nombró prefecto y maestro de esta escuela, siendo Moreno Cantón aún estudiante. Al concluir la preparatoria ingresó a la Escuela de Jurisprudencia de Mérida, donde obtuvo el título de abogado el 1 de enero de 1890. En 1892, fue superintendente del ferrocarril Mérida-Valladolid. Cinco años después, inició sus actividades políticas cuando su tío, el general Francisco Cantón Rosado, lanzó su candidatura para gobernador del estado. Como decidido defensor del antirreeleccionismo, pugnó contra la reelección de Carlos Peón. Al triunfo de Francisco Cantón, fue nombrado director general del Registro Civil, 1898-1902. Este último año integró la comisión nombrada por el gobierno del estado para definir los límites entre Yucatán y Campeche. En 1907, participó en la lucha política contra Olegario Molina Solís cuyo monopolio económico perjudicaba a la mayoría de los hacendados henequeneros. Atacó en La Revista de Mérida a Enrique Muñoz Arístegui, quien había quedado como gobernador interino al ser nombrado Molina Solís ministro de Fomento, Colonización e Industria, acusándolo de haber extraviado un millón de pesos de la Tesorería Federal. En 1909, el Centro Electoral Independiente apoyó a Moreno Cantón como candidato al gobierno del estado. Cabe anotar que este grupo político estaba en contra de la reelección a nivel local, pero no a nivel nacional. Su campaña cobró enorme fuerza y se le consideró representante del antirreeleccionismo y heredero del cantonismo. En junio de 1909, cuando Francisco I. Madero realizó su gira de propaganda antirreeleccionista por el estado, Moreno Cantón salió a recibirlo; sin embargo, en ese mismo año, los integrantes del Centro Electoral Independiente enviaron una comisión a la capital de la República para entrevistarse con el presidente Porfirio Díaz, con el fin de hacer oficial la candidatura de Moreno Cantón. Pese a la negativa del presidente a dar su apoyo a Moreno Cantón, los miembros del Centro Electoral Independiente lo sostuvieron como su candidato. Sus seguidores fueron denominados morenistas y el lema de su campaña era: «en favor de la redención de las clases humildes». Tuvo como contrincantes a José María Pino Suárez, que era apoyado por el Partido Nacional Antirreeleccionista, y a Muñoz Arístegui, postulado por la Unión Democrática, cuyos principales integrantes formaban la llamada «Casta Divina». Finalmente el triunfo le fue dado a este último, mediante el fraude electoral. Moreno Cantón sufrió persecuciones y se le acusó de haber tomado parte en la rebelión de Valladolid de junio de 1910, la cual, según el gobierno, se había hecho para que éste asumiera el poder. En mayo de 1911, tras la firma de los Tratados de Ciudad Juárez, se pensó que asumiría la gubernatura del estado con el fin de restablecer el orden constitucional. Sin embargo, y pese a su popularidad, se designó gobernador interino del estado a José María Pino Suárez por haber destacado en la campaña maderista. El 10 de julio de ese año, los sirvientes de la hacienda Santa Cruz, ubicada en el municipio de Espita, se levantaron en armas vitoreando su nombre. Ese mismo año, fue nuevamente postulado como candidato a gobernador, contendiendo con Pino Suárez. Las elecciones se llevaron a cabo en octubre, y cuando todo parecía indicar que el ganador sería Delio Moreno, el triunfo le fue adjudicado a Pino Suárez, candidato maderista. En 1912, participó intelectualmente en la rebelión orozquista, exiliándose tras su fracaso. A la caída de Madero en los hechos conocidos como la Decena Trágica, decidió volver a Yucatán. Llegó a Mérida el 10 de marzo de 1913. Sus partidarios pretendieron lanzarlo nuevamente como candidato gubernamental para el período 1914-1918, pero el gobierno huertista lo impidió, retirándose definitivamente de la política. Se trasladó a la Ciudad de México, donde estuvo dedicado a su profesión y a escribir en diarios capitalinos. Dentro del campo de las letras y el periodismo destacó desde muy temprana edad, ya que cuando apenas se encontraba en la escuela elemental hizo un periódico manuscrito, Luz y Progreso, dedicado a sus compañeros de estudio y más tarde en Mérida, junto con Luis Fernando Urcelay y Audomaro Reyes, elaboró otra pequeña publicación manuscrita. Fue fundador del semanario El Amigo del País. De 1888 a 1906 dirigió La Revista de Mérida, a la cual dotó del equipo más moderno de la época, ya que en 1902 importó el primer linotipo, convirtiéndose este periódico en el más importante de la entidad. Colaboró en las publicaciones Pimienta y Mostaza; El Salón Literario; El Mosaico, y Arte y Letras. Entre sus obras de teatro más destacadas pueden mencionarse: El billete, su primera obra dentro de este género, estrenada en 1906; Detrás de la farándula; Levantar la tienda y Nido de halcón. Escribió dos novelas: El último esfuerzo, 1896, y El sargento primero, 1906. Entre sus poemas destacan: La flauta china, y Oda a Colón, ésta última resultó premiada en los Juegos Florales celebrados en Mérida en 1892. Utilizó el seudónimo de «Humilis». Perteneció al grupo de escritores de La Bohemia, 1907, presidido por Manuel Sales Cepeda. En 1916, la imprenta meridana del Gobierno Constitucionalista editó el libro Versos, colección póstuma de sus poemas publicados en periódicos y revistas. Murió en la Ciudad de México víctima del tifo.