Morenismo Corriente política que se desarrolló de 1909 a 1915, como una reacción ante el monopolio económico y político representado en Yucatán por Olegario Molina Solís, reflejo local del régimen porfiriano. Tomó este nombre porque Delio Moreno Cantón fue el líder principal que encabezó el movimiento antirreeleccionista en el estado, por lo que a sus seguidores o partidarios se les llamó morenistas, cuyo lema era: «En favor de la redención de las clases humildes». El morenismo no era más que una escisión del grupo porfirista yucateco, pues sostenían la bandera de la no reelección solamente en el plano local; única forma que tenían de acceder al poder. La autonomía de los municipios les representaba liberarse del control de los jefes políticos designados por Molina. En 1909, Enrique Muñoz Arístegui gobernaba Yucatán con carácter de interino, designado por el Congreso para suplir al gobernador constitucional, Olegario Molina, que había sido llamado a la Ciudad de México por Porfirio Díaz para desempeñar el Ministerio de Fomento, Colonización e Industria. En la capital de la República y en la mayoría de los estados, había agitación por el fuerte movimiento de oposición encabezado por Francisco I. Madero. Éste visitó Yucatán en campaña electoral, en 1909, como candidato del Partido Antirreeleccionista. Durante su estancia estableció relaciones con Delio Moreno Cantón y otras figuras destacadas del antirreeleccionismo local. El primer intento de rebelión contra la permanencia en el poder del grupo de Molina, fue encabezado por el Centro Electoral Independiente, dirigido por Alfonso Cámara y Cámara, que debió comenzar el 14 de octubre de 1909. Sin embargo, éste fracasó ante la poca experiencia de sus líderes, por lo que antes de nacer fue aplacado. Ese año, Delio Moreno Cantón fue designado candidato del Centro Electoral Independiente para el período de gobierno 1910-1914. Sus rivales políticos fueron Enrique Muñoz Arístegui, quien representaba a La Unión Democrática, integrada por los hacendados más poderosos de Yucatán, y José María Pino Suárez, apoyado por el Centro Antirreeleccionista. Después de un aparatoso fraude, el 1 de febrero de 1910 tomó posesión como gobernador electo Muñoz Arístegui. Aunque tuvo tranquilidad en los primeros meses, la agitación dominaba el ambiente, y el 4 de junio de ese año estalló un movimiento en la plaza de Valladolid, cuna de Moreno Cantón, candidato recién derrotado. Toda la maquinaria gubernamental se lanzó a perseguir a los dirigentes. Hubo centenares de detenidos y en juicio sumarísimo se condenó a muerte a tres ciudadanos, sentencia que se cumplió el 25 de agosto del propio mes de junio. Moreno Cantón sufrió persecuciones y fue acusado de haber participado en esta revuelta. Todas estas circunstancias contribuyeron a dar gran fuerza moral a la personalidad política de Moreno Cantón, al presentársele como víctima de la injusticia. Su nombre comenzó a utilizarse como bandera en todas las luchas sociales de la entidad y después de haber sido destituido Muñoz Arístegui, en 1911, fue nuevamente postulado para la gubernatura del estado por la que contendió con José María Pino Suárez. Las reyertas entre pinistas y morenistas estuvieron a la orden del día y no obstante la popularidad de Delio Moreno, el triunfo le fue otorgado a Pino Suárez. A pesar de esta nueva derrota, los morenistas prosiguieron apoyando a su líder y pretendieron lanzarlo nuevamente como candidato gubernamental para el período 1914-1918, pero el gobierno huertista lo impidió y Moreno prefirió retirarse de la política. El morenismo, fenómeno histórico y social propio de Yucatán, apoyado por los hacendados que se veían perjudicados por el monopolio de la casa Montes-Molina, se extinguió al advenir la etapa constitucionalista, con la llegada en 1915 de Salvador Alvarado.