Montellano, duque de Título nobiliario que ostentan en España los descendientes de Francisco de Montejo, el Adelantado, conquistador de Yucatán, y de su esposa Beatriz de Herrera. También perteneció a esta descendencia el título de Adelantado Mayor de Yucatán, quedando para siempre vinculado al ducado de Montellano. El ducado de Montellano, concedido originalmente como condado en 1681, fue otorgado por real despacho del 4 de febrero de 1705 a José de Solís Solís Valderrábano y Luzón, VIII Adelantado Mayor de Yucatán, caballero de Santiago y virrey de Cerdeña, natural de Salamanca, quien contrajo matrimonio en esa ciudad, con Clara María Pérez de Osorio y Fonseca. En la escala genealógica, José de Solís, primer duque de Montellano, era quinto nieto de Montejo, el Adelantado. Francisco de Montejo, el Mozo, hijo de el Adelantado y fundador de Mérida, cuya descendencia quedó en Yucatán, sólo heredó de su padre la casa de Montejo ubicada en esta ciudad, ya que el título de Adelantado tuvo que recaer en Catalina de Montejo y Herrera, única hija legítima del conquistador. Montejo el Mozo no pudo ostentar dicho título porque era hijo concebido fuera de matrimonio con Ana de León. Catalina de Montejo y Herrera, segunda Adelantada Mayor de Yucatán a la muerte de su padre, contrajo matrimonio en Salamanca con Alonso de Maldonado y Guzmán, dando origen, a través de su hija Aldonza, a la dinastía de los Solís, que han ostentado el título de Montellano. En virtud de su calidad de Adelantados de Yucatán, los duques de Montellano de España gozaban del derecho especial de cobrar rentas o tributos de las reales cajas de la Capitanía General de Yucatán. La recaudación y administración de este dinero siempre estuvo a cargo de importantes personajes de la vida colonial de Mérida, y persistió hasta la Independencia. Desde 1976, es XII duquesa de Montellano y XVIII Adelantada Mayor de Yucatán, Carla Falcó y Medina, marquesa de Pons, casada con Jaime Matossian y Osorio, residentes en España. Sobre las genealogías de los Montejo existen dos fuentes de suma importancia, el libro de José de Rújula y Ochoterena, marqués de Ciadoncha y Antonio de Solar y Taboada, titulado Francisco de Montejo y los Adelantados de Yucatán. Genealogía de los condes y duques de Montellano, 1932, y la obra de Valdez Acosta, A través de las centurias, 1923.