Marín, Adolfo (1882-1932) Músico trovador. Nació en Medellín, Colombia, y murió en la Ciudad de México. Fue, junto con Pedro León Franco, más conocido como el «Pelón de Santamarta» en su natal Colombia, el introductor del bambuco en Yucatán. Acerca de la vida de estos personajes se ha escrito muy poco; de las principales fuentes sobre la trova yucateca que contienen datos de estos colombianos destacan el libro escrito por Gerónimo Baqueiro Foster, La canción popular de Yucatán, y el de Miguel Civeira Taboada, Sensibilidad yucateca en la canción romántica. Sin embargo, Roberto Mac Swiney Salgado, en su artículo periodístico titulado «La llegada del bambuco a Yucatán», aporta nueva información relativa a dichos personajes, como son el año de nacimiento y muerte de ambos, sus verdaderos nombres y más detalles sobre su llegada a Yucatán. Mac Swiney Salgado dice que tanto Baqueiro Foster como Civeira Taboada consideran 1909 como el año en que llegó el dueto Pelón y Marín a Yucatán; sin embargo, sus investigaciones señalan que fue en 1908 cuando en realidad llegaron a la entidad. Esta información le fue proporcionada por el musicólogo colombiano Hernán Restrepo Duque, quien escribió el libro A mí cánteme un bambuco. Además, su venida a Yucatán fue de alguna forma accidental, pues se dio a partir de una gira de tres días que realizó el dueto en un lugar muy próximo a Medellín, y que por complicaciones que «Pelón» tuvo con la policía se fue alargando en el tiempo y en los alcances geográficos, iniciando un gran viaje que los llevaría a muchos lugares de Colombia, Panamá, Cuba y México. Al parecer, dice Mac Swiney Salgado, según el trabajo histórico de Heriberto Zapata Cuenca, a principios de 1908, Pelón y Marín se encontraban en La Habana, donde fueron contratados por la Compañía Cubana de Zarzuelas, del empresario y bailarín Raúl del Monte, que al escucharlos los invitó a participar en una gira artística que tenía contemplado realizar a Yucatán. Ya en Mérida, se presentaron en el Circo Teatro Yucateco, cantando bambucos y pasillos colombianos, que fueron suficientes para que los compositores yucatecos de la época que pudieron escucharlos, se vieran influenciados por tales ritmos. El primer bambuco que cantaron en Yucatán, en su presentación, fue El enterrador, de los colombianos Luis Romero y Julio Flores. En la Ciudad de México, el dueto Pelón y Marín grabó los primeros bambucos colombianos, con la casa disquera Columbia. En 1911, se disolvió el dueto. En la capital de la República, Marín conoce a la cantante mexicana Abigail Rojas con quien contrae nupcias, quedándose a vivir en esa ciudad, donde también fallece. Por su parte el «Pelón» regresa a su país natal. Así pues, estos personajes, en un primer momento, y años más tarde, en 1919, los integrantes del dueto Wills y Escobar, también colombianos, conmovieron a los compositores yucatecos que, inspirándose en sus ritmos, crearon un nuevo estilo propio de Yucatán, siendo su mejor representante Ricardo Palmerín, considerado el creador del bambuco yucateco.