Putunes

Putunes  Los putunes o chontales de Tabasco formaban una rama periférica de los mayas, asentados alrededor de la Laguna de Términos y a lo largo de los numerosos ríos que en ésta desembocan. Eran vecinos de grupos náhuatl de los que recibieron una fuerte influencia que se nota particularmente en la lingüística. Por su ubicación en un medio lacustre, eran fundamentalmente navegantes dedicados en parte al comercio y sus canoas remontaban los ríos para comerciar con los pueblos de la selva, así como de la costa de Yucatán. Al vivir a orillas de ríos y lagunas en una región de aluviones inundada gran parte del año, dejaron pocas huellas de su pasado, por lo que poco sabemos de su historia prehispánica. Sin embargo, a partir del descubrimiento de la Probanza de Paxbolon, descubierta, traducida y publicada por F.V. Scholes y R.L. Roys, su existencia atrajo la atención de numerosos investigadores, en particular de J. Eric S. Thompson, quienes reconstruyeron en parte la historia prehispánica de este grupo étnico que mucho tuvo que ver con la historia maya.

Es probable que, después del llamado colapso maya, cuando grandes movimientos migratorios modificaron el mapa político de Mesoamérica, los putunes hayan conocido una época de expansión y que algunos grupos, aprovechando la desorganización de ciertas provincias mayas, hayan ejercido a su vez una fuerte influencia en regiones tan lejanas como la costa caribeña y el interior de Yucatán. Nunca formaron un reino centralizado, pero al estilo de los otros grupos mayas, integraban probablemente una cadena de cacicazgos y de poblados más o menos confederados y dedicados a actividades económicas y productivas especializadas. En el momento de la Conquista, su territorio se extendía desde el río Copilco, un poco al oeste de Comalcalco, en el estado de Tabasco, por los deltas de los ríos Grijalva y Usumacinta, la Laguna de Términos y la cuenca del río Candelaria y al Norte, hasta Champotón. Los comerciantes de origen náhuatl que aportaban los productos del altiplano mexicano alcanzaban en Tabasco los límites naturales de su zona comercial, en el sentido de que las rutas terrestres eran sustituidas por vías fluviales, a la vez que terminaba el área de habla náhuatl y empezaba el territorio maya. Ahí intercambiaban sus productos por aquéllos venidos de la selva y del Caribe, donde se producía el cacao y regresaban al altiplano. Hubo un cierto mestizaje entre náhuatl y maya-putunes, como se nota en los apellidos y nombres de lugares de la región. Para ciertos investigadores, existe una identidad entre los putunes y los itzaes que conquistaron Yucatán. Es probable que un grupo putún, que se había establecido en Chakanputún, de donde fue expulsado, haya penetrado en el Petén pasando por el lago ahora conocido con el nombre de lago Petén Itzá, de donde alcanzó la costa del Caribe remontándola hasta llegar frente a Cozumel y, de ahí, con rumbo al Oeste, se haya establecido en Chichén Itzá y conquistado ciudades como Izamal y Mayapán.

Los investigadores no pueden todavía determinar si hubo una o varias oleadas de invasiones de los putunes, una anterior a los toltecas, otras posteriores a éstos. Sin embargo, no fueron los putunes-itzaes los conquistadores de Chichén Itzá, sino sus ocupantes que, según El Chilam Balam de Chumayel, dejaron un amargo recuerdo de su paso por Yucatán. Los itzaes de Chichén abandonaron Yucatán y, tras cruzar la Península, se establecieron de nuevo en el lago de Petén Itzá donde formaron el reino de Tayasal, que no fue conquistado por los españoles sino hasta 1697. Otros grupos putunes, dedicados al comercio, se establecieron a todo lo largo de la costa del Caribe, desde Honduras hasta Cozumel y adquirieron extensiones de tierra para el cultivo del cacao, como consta en las relaciones coloniales. Una familia de éstos, establecida en Cozumel, regresó a su territorio de origen fundando la ciudad de Itzamcanak, donde los visitó Cortés durante su viaje a Honduras. Más tarde, abandonaron esta ciudad y se establecieron en la costa sur de Champotón, en un lugar llamado Tixchel, que fue capital de la provincia de Acalán o Lugar de las Canoas.

Poco se sabe todavía de la historia de este pueblo, pero su influencia ha sido decisiva en la historia de los mayas de Yucatán.